Creen haber resuelto el crimen de las turistas francesas

 Las imágenes fueron reveladoras. En las secuencias aparecían felices Cassandre Bouvier y Houria Moumni momentos antes de ser asesinadas en la reserva quebrada de San Lorenzo. No había dudas. La cámara fotográfica, secuestrada en uno de los allanamientos realizados ayer, pertenecía a las víctimas.

En esos operativos se detuvo a seis sospechosos, oriundos de esta provincia, entre los que estarían los autores del doble homicidio, según informó a LA NACION una alta fuente judicial. Ayer, además, quedó descartado que a Bouvier, de 29 años, y a Moumni, de 23, las haya ultimado una sola persona: dos o tres hombres abusaron y asesinaron a las jóvenes francesas.

"La investigación tuvo un avance importante; entre los detenidos , con seguridad, están los autores del hecho", afirmaron a LA NACION dos fuentes de la investigación. Los mismos voceros confirmaron que en poder del último sospechoso detenido se secuestró un arma calibre 22. Se sospecha que fue la utilizada para asesinar a las víctimas. El imputado se la había entregado a un vecino para que se la guarde. Se sospecha que fue la utilizada para asesinar a las turistas francesas.

La cámara fotográfica y la presunta arma homicida no fueron las únicas pruebas contundentes para los investigadores descubiertas ayer. También se encontró un teléfono celular y ropa de las víctimas. Los investigadores confirmaron que el aparato telefónico pertenecía a las turistas francesas por el registro de las llamadas entrantes y salientes. "El teléfono tenía el chip puesto", explicó una fuente judicial.

El vocero consultado dijo que no descarta que en algún momento el aparato telefónico haya sido encendido, lo que posibilitó su ubicación. "Pudimos dar con los sospechosos por una investigación reservada que se tuvo desde un primer momento de la pesquisa. Tenemos pruebas muy importantes", explicó el juez Martín Pérez, a cargo de la causa del doble crimen.

Los procedimientos, ordenados por el juez Pérez, se hicieron ayer a la mañana en el barrio El Gran Chaparral, en la ciudad de San Lorenzo, a unos 2,5 kilómetros de distancia del ingreso al circuito turístico.

Uno de los detenidos fue identificado por fuentes judiciales como Federico Cañizares, de 24 años y aspirante a policía. Fue apresado en una humilde casa situada en Guido Spano 293. En el inmueble, los detectives de la Brigada de Investigaciones de Salta también detuvieron a una de sus hermanas. Ambos son hijos de un policía salteño retirado.

El barrio donde viven los hermanos Cañizares está marcado por fuertes asimetrías: hay humildes viviendas donde se crían animales, que conviven con modernas edificaciones con pileta. Las calles son de tierra. Los vecinos de los Cañizares se sorprendieron ayer cuando a las 8.30 vieron seis móviles de la policía de Salta.

Según testimonios recogidos en el lugar, los vecinos no notaron ningún comportamiento extraño en los últimos días. Señalaron que durante 20 años el padre de los sospechosos, Roberto Cañizares, prestó servicio en la fuerza de seguridad y siempre se mostró como un vecino afable y respetuoso.

En otros operativos, los investigadores detuvieron al novio y al suegro de la joven. Los otros dos sospechosos fueron apresados en otros procedimientos autorizados a última hora por el magistrado.

A nueve días del hallazgo de los cuerpos de Bouvier y Moumni hay siete personas detenidas. Los seis sospechosos apresados ayer se sumaron a Daniel Vilte, un albañil de 24 años que está imputado por haber intentado vender un arma calibre 22.

"Es llamativo. Los sospechosos nunca sacaron de la cámara fotográfica la tarjeta con la memoria. Las fotografías que había guardadas y no fueron borradas habían sido tomadas por las víctimas desde su arribo a Salta", afirmó a LA NACION una fuente judicial.

A partir de las detenciones de ayer, el juez Pérez podrá cotejar el ADN de los detenidos con las muestras genéticas halladas en los cuerpos de las víctimas.

Anteayer, el magistrado remitió a la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) semen, un cabello y piel de los asesinos de las jóvenes turistas francesas.

Ayer a la tarde, tras las primeras cuatro detenciones, el juez Pérez y la entomóloga forense María Rosana Ayón, integrante del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), volvieron a la escena del crimen. Ayón tiene a su cargo los peritajes que podrán determinar con exactitud la fecha en que fueron asesinadas Bouvier y Moumni. La primera información que tuvo el juez acerca de la data de muerte, brindada por las autopsias, determinó que los homicidios ocurrieron entre 48 y 72 horas antes del hallazgo de los cuerpos.

Los cadáveres fueron encontrados el 29 del mes pasado. El certificado médico de defunción registró como fecha tentativa de muerte el 26 de julio. No obstante, la data de muerte está siendo realizada mediante peritajes alternativos en el CIF.

La principal hipótesis que tiene el juez y que fue avalada con los operativos de ayer es que el doble crimen de las turistas fue protagonizado por habitantes de la zona periférica de la quebrada de San Lorenzo, que conocen a la perfección el lugar.

Si bien no dio por cerrada la investigación, el juez dijo: "Siempre tuve fe, esperanza, energía y voluntad para esclarecer este hecho aberrante".

En diálogo con LA NACION, anoche el juez Pérez sostuvo: "Estoy más que satisfecho con los resultados. La verdad, me siento perfecto".

Se supo que mañana el juez indagará a los seis detenidos de ayer.