Luciana Salazar anunció que en diciembre se convertirá en madre de Matilda. La actriz, recientemente separada de Martín Redrado, eligió el método de vientre subrogado para convertirse en madre.

¿Por qué? Su médico, Fernando Akerman, explico que la decisión se tomó "por una trombofilia que ella tiene; la sangre muy espesa le impide llevar un embarazo a término con poco riesgo".

"En su momento ella hizo un tratamiento, se le extrajeron óvulos y se congelaron. Después se eligió de un banco de esperma un donante con determinadas características y, finalmente, la mujer del vientre subrogado”, agregó el médico en el programa Los Ángeles de la Mañana.

Ayer Luciana Salazar confirmó que será mamá a través del método de gestación subrogada o alquiler de vientre. A través de Instagram la vedette anunció: “Hoy se cumplen casi 18 semanas de aquel día, que Dios me daba la posibilidad de cumplir el sueño de mi vida. ¡Estoy tan feliz, agradecida y emocionada que no tengo palabras para expresar lo que siente mi corazón en este momento”. 

“Ella tenía el deseo de tener una hija en primer término -explicó Akerman-, eso es algo que se puede elegir, pero, por supuesto, lo que se priorizó es la salud del embrión. El tratamiento Luciana lo realizó en Miami y está en permanente contacto con la mujer que lleva a su hija. Incluso, la idea de ella es continuar con este vínculo para que el día de mañana, cuando la nena tenga edad suficiente, pueda contarle cómo vino al mundo y que pueda tener contacto”.

El donante, según las panelistas del programa conducido por Ángel de Brito, es un joven estadounidense de 26 años que juega al fútbol americano.

Gracias a él y a la mujer que puso su cuerpo para la gestación, Luciana se convertirá en diciembre en mamá de Matilda.

El tratamiento cuesta “alrededor de 100 ó 120 mil dólares. A la mujer que subroga el vientre se le paga 30 ó 40 mil dólares y a los hombres donantes de esperma, entre 200 y 400 dólares”.