El desafío de no ganar kilos en el invierno
La comida y la estación más fría del año no parece ser una aliada para quiénes quieren bajar de peso y cuidar su salud. Te dejamos una serie de tips para que no te quedes en el intento y ganes la batalla.
“En invierno es común querer comer más cantidad y, por sobre todo, alimentos más calóricos para hacer frente a las bajas temperaturas. Esto lleva a acumular fácilmente kilos extras que luego hay que bajar rápidamente antes que el verano nos sorprenda”, explica Analia Moreiro, licenciada en Nutrición especializada en alimentación nutricional para niños, adolescentes y adultos.
Es por eso que lo ideal es afrontar estos meses saludablemente para evitar atracones y kilos de más.
¿El frío abre el apetito?
Es común escuchar decir que en invierno tienen más hambre. Moreiro aclara que el frío no abre el apetito: “en realidad, lo que sucede es que hay mayor deseo de comidas calóricas para contrarrestar la temperatura pero no más apetito, por lo cual un solo plato de guiso será suficiente en lugar de comer dos como hace la mayoría”.
Las bajas temperaturas, aliadas del sedentarismo y del picoteo
Otro aspecto a considerar es que, con las bajas temperaturas y los días más cortos, uno tiende a quedarse más en casa y hacer menos actividades al aire libre. Esto deriva en mayor sedentarismo y, muchas veces, induce al picoteo en el cual se seleccionan alimentos calóricos.
Claves para una buena alimentación durante el invierno
Son válidas tanto para los que deben bajar de peso como para los que deben mantenerlo:
1. Si comer ensaladas nos da frío, podemos reemplazar las verduras crudas por verduras cocidas y preparar guarniciones como panaché de verduras, vegetales grillados al horno o a la plancha con un chorrito de aceite de oliva ó ensaladas tibias.
2. No abandonemos las frutas. De las tres que se recomiendan por día, tratemos que dos sean cítricos para mantener un buen aporte de vitamina C la cual fortalece el sistema inmune.
3. El frío no abre el apetito, pero si tenemos esa sensación, podemos comenzar las comidas principales con una buena taza de caldo de verduras. Además de ayudar a entrar en calor, es una excelente fuente de vitaminas y minerales.
4. Si estamos en casa o en nuestro lugar de trabajo con calefacción, no hay motivos para abandonar alimentos frescos como yogur o frutas para hacer colaciones entre las comidas.
5. Los mix de frutos secos son ideales para comer fuera de hora, para sumar a un yogur o para agregar a las comidas. Aportan calorías saludables con un alto contenido de omega 3, proteínas y fibra.
6. No nos olvidemos de tomar agua. Con el frío se bebe menor cantidad de líquido, sin embargo el agua es fundamental y beberla a temperatura ambiente es una opción en estos tiempos.
7. Los guisos tradicionales suelen aportar muchas calorías y grasa por su alto contenido en carnes, embutidos y panceta. Podemos usar carnes magras y reemplazar la panceta por jamón cocido natural cortado en trozos ¡Es una opción rica y más light!
8. Comer en horario es fundamental. Debemos hacer las cuatro comidas principales: desayuno, almuerzo, merienda y cena, respetando las dos colaciones. De este modo evitamos el picoteo y llegamos a las comidas con menos hambre.
9. Si deseamos algo dulce después de comer, podemos reemplazar los chocolates por una buena taza de capuchino o bien comer una barrita de chocolate amargo con la mayor proporción de cacao puro posible. De este modo disfrutaremos de un rico bocado sin las calorías que aporta el chocolate con leche.
10. Una preparación típica como el puchero puede ser menos calórica si se hierve la carne en olla aparte y se le agregan todo tipo de vegetales y legumbres.