Robot policía se ahogó en una fuente

Un robot de seguridad programado para salvaguardar las calles y edificios de Washington, D.C., encontró la manera de meterse a una fuente donde terminó boca abajo.

k5 robot policia

Algunas aspiradoras robot tienen una documentada tendencia a arrojarse por escaleras y otros lugares peligrosos. Parece que ese rasgo se ha perpetuado en sus primos mayores, los robots policía. Uno de ellos se arrojó a una fuente en Washington.

 

 

El robot es uno de los nuevos Knightscope K5 que patrullaban el centro comercial Washington Harbour. El pasado lunes (lunes tenía que ser) y sin dar ningún tipo de explicación a sus seres queridos, uno de los K5 se arrojó a la fuente del centro donde ahogó sus sistemas hasta la total desconexión. Un equipo de guardias de seguridad (humanos) retiraron el cuerpo del robot, de más de 130 kilos, para su pertinente inspección forense.

 

Los K5 no son policías en el sentido de que no practican arrestos. Se trata tan solo de robots vigilantes que vigilan un área con ayuda de un nutrido conjunto de sensores. Estos sensores incluyen una cámara que graba en alta definición a 360 grados, micrófonos, cámara térmica y de infrarrojos, Radar, Lidar, sensores de infrarrojos que miden la distancia y velocidad de los objetos, sensores para detectar químicos en el aire, y por último pero no menos importante, un sistema de reconocimiento facial que también puede leer textos como matrículas.

Parece que ninguno de estos sensores puso avisar a tiempo al K5 de que ahí había unas escaleras y que al final de esas escaleras había agua. La herencia de las aspiradoras robot es un peligroso legado.