Luego de varios intentos fallidos, el "Sapo" puso el dedo pulgar en el verificador instalado en la farmacia "Antártida" y la señal positiva fue como aquel instante de "Feliz Domingo" cuando una de las llaves abría el cofre.

Diego, un escritor y comunicador radial de 39 años, más conocido como "el Sapo", era el tercero de una fila que esperaba desde muy temprano que la marihuana se pusiera a la venta al público en farmacias, por primera vez en la historia.

El farmacéutico no estaba muy tranquilo, porque ningún local había podido probar antes el sistema y en la fila había más de diez personas esperando para comprar la droga, mientras una señora del barrio iba derecho al mostrador para pedir en voz baja un paquete de toallitas femeninas.

Los que quieren comprar marihuana en farmacias deben anotarse en un registro del Estado y su huella digital es una especie de carné de habilitación. Pero el primero de la cola ponía un dedo y otro y aunque estaba formalmente inscripto, el sistema no lo habilitaba.

Ante la impaciencia de ese joven y del resto de la fila, el farmacéutico hizo salir del pequerño comercio a todos los potenciales clientes e hizo algunas consultas. Pero no encontraba el problema.

Luego llamó al que estaba en tercer lugar con la esperanza de que el sistema funcionara: "a ver Sapo, pasá y probamos contigo".

Diego Zas, conductor del programa "Suena Tremendo", con una campera muy abrigada y un gorro de lana de "Pink Floyd", caminó hacia el mostrador y esa fue la prueba.

"¡Si!", autorizó

El "Sapo" pidió dos sobres de 5 gramos cada uno, uno de "Alfa I" y otro de "Beta I", ambas tienen un contenido en Tetrahidrocannabinol (THC) medio/bajo (2%) y un perfil cannabinoide de 7% y de 6% respectivamente.

A la hora de pagar, el sistema volvía a sumar inquietud, porque el comunicador no tenía efectivo y la tarjeta de débito demoró en ser aceptada. El cliente tenía solo un billete de 100 pesos y algunas monedas y los 10 gramos comprados cuestan $ 374,08 (unos 13 dólares). Pero sí se pudo. Todo eso ante la expecativa de una fila de gente esperando para comprar marihuana el mismo día.

Aunque siempre fue bastante sencillo conseguir cannabis en Uruguay, en los últimos tiempos eso se ha hecho más fácil, por la cantidad de autocultivo que hay, que aunque legalmente eso es para consumo personal como no es fácil de controlar mucho se vuelca a mercado informal.

Como los porteños llamaron "blue" al dólar negro de una época, ahora se habla del "mercado gris" para la droga que es de procedencia legal pero de comercialización ilegal.

Otra mujer entró derecho al mostrador y preguntó al agitado comerciante: "¿Llegó la tinta?", y el farmacéutico le vendió el producto para el cabello que había encargado.

Y salvo las toallistas y esa tinta, el resto de las primeras ventas de la única farmacia céntrica que vende marihuana. Y luego seguiría la actividad norma de la Farmacia Antártida, que está en la calle Colonia entre Barrios Amorín y Vázquez.

En cada farmacia se repetían los procedimientos. Hay sólo 16 anotadas en todo el país, de las cuales 4 son de Montevideo y el resto se reparte entre 10 de los 18 departamentos del interior. En Punta del Este no hay farmacias que se hayan inscripto, pero hay una cerca de Piriápolis, otro balneario de Maldonado.

La marihuana es producida por dos empresas privadas (Iccorp y Simbiosys) y vendida en 16 farmacias, aunque el gobierno cree que se anotarán más en los próximos días.

Las otras modalidades de marihuana legal son para cultivo personal (hay 6.948 inscriptos para eso) y los cubles de membresia (hay 63 habilitados, que pueden tener de 15 a 45 socios)

La legalizació de producción y venta se dio con una ley de diciembre de 2012; el consumo nunca estuvo penado; y todo lo regula el "Instituto de Regulación y Control del Cannabis" (IRCCA).