Con la escandalosa salida de Centurión, la llegada del colombiano Edwin Cardona a Boca parece más importante que nunca. ¿Por qué? El crack de la Selección Colombia representa ahora el foco de desequilibrio que deja vacante el exRacing.

No hay dudas de que la pérdida es grande. Centurión es probablemente el jugador del fútbol argentino que más peligro genera en el mano a mano. De todas maneras, a Guillermo Barros Schelotto le quedan bastantes variantes para presentar un ataque poderoso y de jerarquía.

El colombiano puede jugar como enganche, tal vez la función que desarrolla con mayor naturalidad; como interno, en donde habitúa jugar en su seleccionado; o como volante por izquierda, en donde lo utilizó Antonio Mohamed en los últimos seis meses en Monterrey.

Guillermo deberá definir el esquema; al Mellizo le rindió muy bien jugar con tres mediocampistas 'pasadores' y dejar un espacio grande entre esa línea y los tres de arriba. Si jugara así, Cardona se correría a un costado.

La otra posibilidad sería que Cardona pase a formar una línea de cuatro mediocampistas, mucho más volcado a la banda izquierda.

Con salida (o no llegada) de Centurión el que podría ganar lugar es Cristian Espinoza, que llegó para competirle el puesto a Pavón y al propio exRacing. Ahora, tendrá uno menos en el camino y le resultará más fácil tener más minutos de juego.