Está disponible tanto para Android como para iOS, pero hoy vamos a hablar de la versión de escritorio.

Si no la conoces, es una genial aplicación para Windows, macOS y ChromeOS, aunque también existe una manera de instalarla en Linux. Tiene dos versiones, una gratuita y otra de pago, ofreciendo muchísimas funcionalidades con un acabado profesional, con un diseño más intuitivo y accesible que Photoshop.

Más intuitiva y accesible que Photoshop.

Lo bueno es que mantiene la misma interfaz en todas las plataformas, incluyendo en las versiones móviles. Eso significa que si estamos cómodos en una aplicación, lo estaremos en el resto.

Su diseño minimalista está muy cuidado, con unas animaciones que hacen que utilizar la aplicación sea todo un gusto. Uno de sus puntos fuertes son sus tutoriales, unas "guías" que nos podemos encontrar en el menú de la parte derecha (tiene forma de brújula).

Cada una de estas guías te enseñará a editar una fotografía paso a paso, aprendiendo las técnicas más esenciales. Por si fuera poco, existe un wiki con mucha más información y tutoriales.

Esas guías también nos explicarán todas las opciones dentro de la aplicación: exposición, balance de blanco, ruido, máscara, etc. La gran duda ahora es si debes pagar o no por la versión "Pro".

Pagar o no pagar

La versión gratuita es genial, pero por 20 euros tendremos acceso a la versión profesional, desbloqueando así muchas más funcionalidades. Texto, vectores, máscaras, etc. son parte de la versión de pago.

La verdad es que es un precio muy económico, comparado con otras herramientas de edición fotográfica. Existen otras alternativas gratuitas pero Polarr Pro se convertirá en una aplicación imprescindible en tu workflow cuando aprendas a dominarla.