Tras un período de descanso, sea largo o corto, el cuerpo y la mente se acostumbran a estar relajados y el regreso a la rutina y a los horarios más estrictos no siempre es fácil. La alarma suena y es normal que cueste más levantarse.

Para que estos primeros días logres levantarte podés seguir algunos de estos consejos que te ayudarán en esta complicada tarea:

- Poné tu alarma lejos de donde dormís. Si la tenés a tu alcance te resultará muy sencillo apagarla y seguir durmiendo. De ese modo la única forma de que deje de sonar será que te levantes.

- Dejá listo lo que te vas a poner. Si la noche anterior preparás qué vas a vestir restás una tarea a la mañana que a veces lleva tiempo y eso permite que puedas programar la alarma para un poco más tarde.

- Intentá irte temprano a dormir. Si te fuiste a dormir tarde tu cuerpo no descansa bien ni suficiente, y será lógico que te cueste trabajo poder abrir los ojos.

- Mentalizate de que vas a despertarte temprano. Si pensás en la hora que tenés que levantarte, te es más fácil hacerlo porque las hormonas del estrés se ponen antes en estado de alerta. Así lo demostró un estudio de la universidad alemana de Lübeck que determinó que el cuerpo tiene en cuenta la hora a la uno pretende despertarse para ir preparando poco a poco las funciones vitales.

- Vigilá que comés y tomás antes de irte a la cama. Comer antes de dormir puede provocar insomnio y mal descanso porque puede hacer sentirte pesado, por lo que tratá de cenar dos o tres horas antes de la hora que planeas acostarte. Asimismo, cuidá qué es lo que elegís para ingerir porque algunas personas son más susceptibles a los efectos de la cafeína que puede afectar al sueño. 

- Entrá en contacto con la luz solar al levantarte (si es posible). Las personas se activan mediante la luz natural, la cual ayuda a tener una mayor vitalidad y capacidad cognitiva. Como en invierno es más complicado, aprovechá algún momento al aire libre a la mañana.

- No realices tareas complicadas a primera hora. Si las primeras cosas que hacés al despertarte son pesadas o engorrosas realizarás un esfuerzo mental que generará que te cueste más trabajo levantarse y que te quedes antes sin energía. Tratá de ir de menos a más para tener ganas de despegarte de las sábanas.