Vaticano pide suspender la Constituyente
En una nota de la secretaría de Estado, la Santa Sede pidió "el pleno respeto a la vigente Constitución".
Mientras arrecian las críticas al Papa por su silencio para pronunciarse contra el carácter dictatorial del régimen chavista venezolano y la Asamblea Constituyente convocada para hoy, la Santa Sede, con un comunicado oficial, tomó posición pidiendo al gobierno del presidente Nicolás Maduro que “evite o suspenda las iniciativas en curso como la nueva Constitución, que en lugar de favorecer la reconciliación y la paz fomentan un clima de tensión y de choque, hipotecan el futuro”.
El documento del Vaticano reclama que se creen “las condiciones para una solución negociada, en línea con las indicaciones expresadas en la carta de la Secretaría de Estado del 1 de diciembre de 2016, teniendo en cuenta los grandes sufrimientos del pueblo por las dificultades para procurarse alimentos y medicinas y por la falta de seguridad”.
La declaración de la Santa Sede informa que “el Santo Padre, directamente y a través de la Secretaría de Estado sigue de cerca la situación y sus aspectos humanitarios, sociales, políticos y también espirituales”. Además el Papa “asegura una constante oración para el país y todos los venezolanos, mientras invita a los fieles de todo el mundo a orar intensamente por esta intención”.
La Santa Sede finaliza el documento haciendo “un llamado a toda la sociedad para que sea evitada toda forma de violencia, invitando en particular a las fuerzas de seguridad a abstenerse del uso excesivo y desproporcionado de la fuerza”.
El llamado del Papa a través de esta declaración podría tener el efecto de que el régimen de Maduro suspendiera la convocatoria de hoy, o que decidiera seguir adelante. En ambos casos estas decisiones tendrán un efecto importante sobre la misma acción del Papa.
Jorge Bergoglio ha sido acusado de mantener un ambiguo silencio respecto a la naturaleza del gobierno de Maduro. El famoso cantante José Luis “Puma” Rodríguez, hizo pública una declaración crítica la semana pasada que tuvo mucha repercusión. “El silencio del Papa me asombra y lo hace cómplice de las muertes pasadas y las que vienen del narco régimen”.
“¿Qué te pasa Bergoglio?”, agregó el Puma Rodríguez en su cuenta de Twitter refiriéndose a los cuatro meses de protestas que vive el país y que se ha cobrado más de un centenar de muertos. El 30 de julio, día de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, se contaron 16 muertos en los enfrentamientos callejeros en el país.
El arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, quién fue agredido en abril por grupos chavistas y recibió la solidaridad del mismo Papa Francisco, declaró que el gobierno de Maduro “ha perdido el apoyo popular y debe desistir de su intención de implantar un sistema totalitario, comunista y militarista en Venezuela”. El cardenal Arosa denunció que el gobierno Maduro “quiere presentar al Papa como un amigo y a nosotros los obispos como adversarios del régimen”.
“Por el contrario nosotros estamos con el pueblo venezolano que sufre mucho, estamos muy unidos al Santo Padre y queremos rechazar esta manipulación que ha querido hacer el gobierno”.
El arzobispo de Caracas recordó que desde diciembre la posición oficial de la Santa Sede, resumida en una carta del cardenal Pietro Parolín, señaló que las vías “para salir de esta situación política son la apertura de un canal humanitario, la liberación de los presos políticos y un calendario electoral”.
Estas son las “condiciones muy claras” para relanzar la “facilitación” (y no mediación) del diálogo con el gobierno del Vaticano y los cuatro ex presidentes que participan de este esfuerzo”, dijo el Papa en abril pasado.
Francisco, en el vuelo de regreso de su viaje a Egipto, dijo también que la misma oposición “esta dividida” y que algunos opositores no aceptaban las propuestas.
La “facilitación del diálogo” quedó congelada. “La cosa no resultó”, dijo entonces Jorge Bergoglio, porque “las propuestas no eran aceptadas o se diluían”. “Eran un sí sí, pero no no”, concluyó.
Los reclamos de que rompa el silencio acusan al Papa de no compartir abiertamente la posición de la iglesia venezolana, que caracteriza al régimen de Nicolás Maduro como “una dictadura totalitaria, marxista, comunista”, que hace meses rechazó las propuestas de salida democrática y humanitaria de la Santa Sede.