El escrito, que previsiblemente leerá el presidente de turno del consejo, el indio Hardeep Singh Puri, fue acordado tras una nueva ronda de debates a puerta cerrada. Al tratarse de una declaración presidencial, carece del efecto de una resolución.

La declaración pedirá además el "fin inmediato de toda violencia" y urgirá "a todas las partes a actuar con la mayor contención y a evitar represalias, incluidos ataques contra instituciones estatales".

Exigirá también el respeto de los derechos humanos y pedirá que los responsables de la violencia sean juzgados.

El Consejo también "toma nota" de las promesas de reforma del presidente Bashar Al Assad, al tiempo que "lamenta la falta de progreso en la implementación y llama al gobierno sirio a implementar sus compromisos".

Tras los cambios, Rusia levantó sus objeciones. El enviado ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, dijo que la nueva versión era "equilibrada".