En el cierre de la audiencia, el crudo relato del crimen cometido por Marco Feruglio hacia Gustavo Dusso en la mañana del sabado 24 de diciembre del año pasado, comenzó a generar en los presentes bronca e indignación.

Consultado por el propio Juez, Sergio Carraro, sobre si entendía los delitos que se atribuían, Marco Feruglio quizo contar su verdad, causando aún mas dolor entre los familiares de las victimas.

“Es mentira”, manifestaron a viva voz algunos familiares ante el relato de quien se mostraba arrepentido y los gritos desconsolados hacia el cuádruple asesino tornó el ambiente inestable.

Ante la presencia de personal policial y penitenciario, un familiar de Claudia Oliva saltó sobre la valla e intentó agredir a Feruglio.

En ese momento, la situación hacía prever que llegaba a su fin el ojo de la tormenta, que brindó hasta entonces un clima de tranquilidad.

Los gritos, insultos y el pedido de justicia se mezclaron con las agresiones y hasta volaron algunas sillas.

Las puertas se cerraron de la sala de audiencia para la prensa pero igual se podían escuchar los gritos y la contención de los policias para evitar que las cosas no pasen a mayores.

La indignación de escuchar un relato tan crudo y desarraigado de humanidad, hizo estallar el dolor de todos los presentes que se hicieron eco en el hall de los tribunales.

"Esto no es justicia",  gritaba Raúl Oliva, abuelo de Romina Dusso, antes de partir del Palació de Justicia.

Aunque Feruglio podrá pasar 35 años presos, escuchar su voz removió los demonios de un cuádruple crimen que marcó a todos los santafesinos, un día de navidad.