La buena alimentación previene ocho de cada 10 enfermedades crónicas
Una correcta nutrición y la práctica de ejercicio reduce factores de riesgo para patologías cardiovasculares, ACV, diabetes y cáncer.
La relación entre salud y alimentos se inició hace 2400 años, en Grecia, durante la época de Hipócrates. Mucho antes que se descubran los micronutrientes, o incluso antes de saber cómo se componían, las personas ya sabían que ciertos alimentos eran buenos para la salud.
Con el desarrollo tecnológico y científico de los últimos años, se ha podido estudiar cuál es el papel que cumplen los diferentes nutrientes sobre la salud y la enfermedad del individuo.
Actualmente coexisten deficiencias nutricionales con exceso de energía pero de baja calidad nutricional, conocidas como calorías vacías que son alimentos con aporte energético pero con bajo aporte o nulo de micronutrientes, es decir, de vitaminas y minerales.
En cierto punto esta situación es causada por la inaccesibilidad a alimentos de buena calidad de los sectores más pobres. Así vemos una tendencia creciente hacia lo que, en la actualidad, constituye el principal problema nutricional en la salud pública: el desarrollo de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT).
La diabetes, el sobrepeso y la obesidad, las enfermedades vasculares (como la hipertensión, los eventos cardiovasculares y ACV) y diferentes tipos de cáncer son ECNT que han aumentado en los últimos años en nuestro país. De hecho, según las últimas publicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), representan el 80% del total de muertes.
A pesar de este escenario desalentador, estas enfermedades son prevenibles en gran medida. Se estima que, en caso de eliminar los principales factores de riesgo, ocho de cada 10 enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2 podrían evitarse, como así también un 40% de los cánceres. El desarrollo de la mayoría de estas enfermedades están vinculadas con malos hábitos alimentarios, con inactividad física y con el consumo de tabaco, por lo que en los últimos años se ha puesto en marcha campañas de salud pública en donde se pone énfasis en tratar de modificarlos.
La última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo para Enfermedades No Transmisibles realizada en nuestro país (2013) reveló que:
1 de cada 10 personas presenta diabetes
6 de cada 10 argentinos tiene sobrepeso u obesidad
3 de cada 10 personas tienen hipertensión
En Argentina, de acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS), se advierte la presencia de situaciones de inadecuación nutricional en todas las clases sociales. La calidad de la dieta de adultos, niños y adolescentes es pobre, marcadamente monótona y de baja densidad de nutrientes en todos los niveles socioeconómicos.
Para estar bien nutrido se debe comer en forma equilibrada todo tipo de alimentos que aporten los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo (hidratos de carbono, proteínas, grasas, agua, vitaminas y minerales).
También es importante la variedad. Cuanto más variada sea la alimentación, más fácil y rápido se obtendrán todos los nutrientes que el cuerpo necesita. Es importante recordar que no todos los alimentos tienen igual valor nutritivo. Por ejemplo la leche no tiene el mismo valor nutricional que el yogur, por su composición química.