No son pocos los que tanto en primavera como durante todo el año, eligen dormir completamente tapados. ¿A qué se debe este hábito?

Para analizar esta conducta, el sitio ABC destacó que nuestro cuerpo necesita calor extra durante la noche porque la temperatura interna desciende ligeramente y esta es una excelente manera de garantizarlo. Esto se profundiza cuando una persona se encuentra en la fase de sueño REM.

Pero también hay una razón neurológica que puede llevar a usar mantas en todo el año. Se ha demostrado que una leve presión sobre el cuerpo puede estimular la producción de serotonina, hormona neurotransmisora que desempeña un importante papel en la regulación del sueño.

De hecho, si insomnio y depresión tienen un vínculo tan estrecho es porque las personas deprimidas muestran niveles de serotonina realmente bajos. Por el contrario, la ansiedad y el estrés tienden a menguar cuando nos tapamos.

Por último, no hay que descartar la costumbre. Si desde chico tus papás te cubrieron con mantas en la cama, es lógico asociar la sensación con el sueño y el descanso.