¿Sos de los que se muerden las uñas?
El 50% de la población mundial, en mayor parte mujeres, padece este problema; se llama onicofagia; ¿a qué se debe? ¿responde a características de la personalidad?
¿Quién no lo hizo alguna vez? Morderse las uñas no es solamente un problema estético, ya que supone un hábito muy difícil de erradicar. Es más, el 50% de la población mundial, en su mayoría mujeres, padece este problema que suele aparecer entre los 10 y los 18 años y puede extenderse durante toda la vida.
Por décadas, se creyó que el hábito de morderse las uñas era un indicador inequívoco de tener una personalidad nerviosa y de ansiedad. Sin embargo, y según una nueva investigación publicada en el Diario de Terapia de Comportamiento y Psiquiatría Experimental (JBTEP, por sus siglas en inglés), este y otros comportamientos repetitivos "centrados en el cuerpo" podrían ser señales de perfeccionismo.
"Creemos que individuos con estos comportamientos repetitivos pueden ser perfeccionistas, significaría que son incapaces de relajarse y realizar sus tareas a un paso normal. Ellos son, por tanto, propensos a la frustración, la impaciencia e insatisfacción cuando no logran alcanzar sus objetivos", explicó el doctor Kieron O'Connor, autor del estudio.
Las personas que participaron del estudio, y que se mordían las uñas, fueron calificadas como perfeccionistas organizacionales, un tipo de personalidad marcada por la tendencia a hacer planes detallados y a sobrecargarse de trabajo, y muchas veces también que se frustran por la falta de actividad. Por este motivo, morderse las uñas y otros comportamientos repetitivos parecidos son una forma de liberar esa energía reprimida.
Morderse las uñas a simple vista parece algo inofensivo, pero en verdad puede desencadenar infecciones y daño a largo plazo, como debilitamiento de los dientes y uñas deformes. "Estos descubrimientos sugieren que los individuos que sufren de comportamientos repetitivos podrían beneficiarse con tratamientos diseñados para reducir la frustración y el aburrimiento, y modificando su perfeccionismo", detalló Sarah Robert, quien ayudó al autor de la investigación.
Estas son algunas de las características comunes entre quienes "se comen" las uñas:
- Piensan en términos de "todo o nada", es decir que ven las cosas como blanco o negro.
- Son muy duros consigo mismos.
- Se frustran si no logran sus metas.
- Aun cuando logran sus objetivos se sienten insatisfechos.
- No pueden comenzar algo hasta que llegue "el momento perfecto", pero quizás esa oportunidad jamás llegará.