Por un voto, el oficialismo retiene por dos años más la jefatura de la Asamblea Nacional en el Ecuador

El oficialista Fernando Cordero fue reelegido hoy por dos años más como presidente de la Asamblea Nacional (parlamento) de Ecuador por un solo voto y en medio de incidentes entre legisladores, después de que el mandatario, Rafael Correa advirtiera ayer que podía disolver el cuerpo y luego renunciar si el Legislativo quedaba en manos de la oposición.


Con la elección de Cordero, el oficialismo logró extender por dos años más el control del parlamento unicameral, en el que ya lleva cuatro años.

Cordero, un arquitecto de 59 años con extensa trayectoria política, fue consagrado con 60 votos a favor, 59 en contra, tres en blanco y dos abstenciones, informaron las agencias de noticias Andes y ANSA.

“Vencimos! Los traidores serán olvidados muy fácilmente”, escribió inmediatamente el presidente, Rafael Correa, en su recién abierta cuenta de Twitter.

La sesión de la Asamblea se inició cerca de las 11 con la presentación de la candidatura de Cordero por parte del oficialismo y con la sorpresa de la postulación de la ex oficialista Betty Amores por parte de la oposición.

El asambleísta opositor Paco Moncayo propuso a Amores “por ser una mujer valiente” y porque “no es cierto que los gobiernos que concentran todos los poderes del Estado pueden avanzar”.

Hasta hoy, el posible candidato de la oposición para la jefatura de la Asamblea parecía ser el también ex oficialista César Rodríguez, quien renunció el jueves a la Alianza País gobernante criticando lo que juzgó como “falta de democracia” e independencia de esa agrupación.

También Amores se había desafiliado oportunamente de la Alianza País y en esa ocasión, Correa la calificó como “traidora” en su programa radial de los sábados.

Una primera votación que registró guarismos diferentes (59 votos a favor, 58 en contra, tres en blanco y una abstención) fue sometida a rectificación y sólo entonces se alcanzó el resultado definitivo y la mayoría de 63 sobre 124 que permitió consagrar a Cordero, pues en esos casos los votos en blanco se suman a los de la opción más elegida.

Tras la elección, hubo gritos y altercados en el recinto de la Asamblea, por lo que Cordero asumió el cargo y sólo pronunció algunas frases, mientras la escolta policial intentaba desactivar los disturbios.

En ese contexto, no se alcanzó mayoría para la elección del primer vicepresidente entre el oficialista Juan Carlos Casinelli y la opositora Amores, y se resolvió posponer la votación para una próxima sesión.

Mientras tanto, varios miembros de la oposición gritaban “muerte cruzada”, que es la expresión con que se llama comúnmente al mecanismo constitucional que faculta al jefe del Ejecutivo a disolver por una única vez durante su mandato al Legislativo y, en el mismo acto, convocar a elecciones de asambleístas y de presidente de la república.

El eventual uso de ese mecanismo fue mencionado ayer por el propio Correa, quien dijo que no excluía “la posibilidad de la muerte cruzada” porque él no está en el gobierno “para calentar un puesto”.

“Si se pierde la mayoría y hay una mayoría que sólo quiere boicotear al gobierno nacional, mejor me voy a mi casa, compañeros; mi renuncia siempre está en las manos del pueblo ecuatoriano, antes que perder el tiempo con tanto chantajista y extorsionador que existe en este país”, dijo el mandatario en su programa de radio.

Correa señaló asimismo que se estaban “uniendo todas las fuerzas” opositoras y que “también hay mucho billete de la prensa corrupta porque quieren captar la Asamblea para desestabilizar el gobierno”.

Cordero preside el parlamento desde junio de 2008, cuando funcionaba como Asamblea Constituyente, luego pasó a presidir una comisión legislativa de transición y en agosto de 2009 fue elegido para estar al frente de la flamante Asamblea Nacional.

La Alianza País registra un historial de triunfos legislativos desde la instalación de la Constituyente, en noviembre de 2007, pero en los últimos dos años sufrió la deserción de varios dirigentes