Cristina abre la Rosada a todo el peronismo territorial santafesino

Prometen que habrá diálogo y no monólogo, porque nadie mejor que los jefes territoriales para transmitir el pulso de sus votantes. La meta será persuadir de que el quiebre del vínculo provincial con la Nación es obra de la ineficiencia socialista

En el peronismo piensan en "armonizar todos los recursos, que son muchos". Políticos, materiales y simbólicos. El próximo martes una amplia gana de dirigentes del peronismo santafesino —cerca de un centenar— llegará hasta la Casa Rosada y se sentará cara a cara con la presidenta, y candidata. Prometen que habrá diálogo y no monólogo, porque nadie mejor que los jefes territoriales para transmitir el pulso de sus votantes, desentrañar qué pasó con la elección provincial perdidosa y convertir en los próximos 13 días la elección de agosto "en otra elección"

El rafaelino Omar Perotti —primer candidato a diputado nacional— será, junto a la triunfante María Eugenia Bielsa, uno de los dirigentes con mayor responsabilidad: su foto irá en la boleta junto a la de Cristina y su tarea es rescatar todos los votos que se "fugaron" del peronismo en la categoría gobernador y vice el pasado domingo. Perotti hará lo mismo que hizo antes del 22 de mayo y que le dio muy buen resultado: continuar con discurso productivista, moderado, integrador, "convertir a Santa Fe en la primera provincia de la Argentina". Su meta será persuadir de que el quiebre del vínculo provincial con la Nación es obra de la ineficiencia socialista. "¿Usted vio a los ministros de Hermes Binner gestionando cosas en la Nación?, yo tampoco", explica. Para Perotti esa actitud se traduce en perjuicio para los santafesinos.

El puente directo que se pondrá en marcha el próximo martes entre la fórmula presidencial y los jefes territoriales del peronismo santafesino que ratificaron en la elección pasada su poder local buscará mayor eficiencia en la comunicación. "Tomar las decisiones rápidas, precisas, saber qué está pasando en cada lugar, cuáles son las necesidades", explicaron desde el espacio a LaCapital.

La idea es evitar los clásicos malestares que supo crear el kirchnerismo (y no sólo el kirchnerismo) en relación a "cómo baja" la Nación los recursos en el territorio. Suele ser tarde, y mal. Y no por carencia del recurso, al menos en esta etapa económica de la Argentina. Resultado: mucha gente enojada y con pérdida de confianza.

En la reunión estarán, desde ya, los diputados actuales del peronismo —además de todos los legisladores provinciales electos—, entre los cuales el propio Agustín Rossi, quien en las últimas horas volvió a mostrar su ejemplaridad militante al excusarse ante la invitación de la propia Cristina Fernández para formar parte de la delegación que viajó por Perú y Brasil con la primera mandataria.

El Chivo prefirió quedarse en la provincia para desarrollar distintos plenarios con la militancia y meterse de pleno en la campaña para el día 14.

Como casi siempre, lo político se resuelve en la disputa por el sentido, ese torrente profundo sobre el que navegan los acontecimientos de coyuntura, lo superficial, lo efímero. La cuestión del "sentido", al cabo, es la discusión real por el poder. Y en Santa Fe la pregunta de fondo en los actuales días previos al 14 de agosto —con posterioridad al 24 de julio— es la pregunta sobre si la derrota de Rossi arrastrará a la baja a Cristina para el 14 o fue consecuencia de la baja de Cristina —¿preexistente al 14 de agosto?— o bien no es ni una cosa ni la otra y Cristina sigue intacta, muy arriba en las preferencias, y realizará todo ese poder en la noche del domingo 14 de agosto.

Por ahí pasa la pregunta que no tendrá respuestas categóricas hasta el día de la elección, y desde esa plataforma se ordenan las campañas políticas de los candidatos opositores y medios de comunicación asociados, por un lado, y del kirchnerismo y aliados, por el otro.

Para el gobernador Hermes Binner, desde la misma noche del triunfo de Antonio Bonfatti el eje fue plantear que "perdió el kirchnerismo", con Cristina como protagonista principal del elenco derrotado. Sin otorgar espacio para la reflexión acerca del debilitamiento de su propio poder provincial: el Frente Progresista obtuvo su triunfo con 10 por ciento de votos menos que en 2007 —casi 200 mil votos—, y lo más significativo: perdió el manejo de la Cámara de Diputados. Binner se afirma en el "lo hicimos en Santa Fe", y también bajo esa frase hay una batalla por el "sentido".