La peor matanza en Estados Unidos desde el 11-S
El tirador rompió la ventana de un hotel y abrió fuego contra una multitud a una distancia de 350 metros.
Los primeros disparos comenzaron pasadas las 10 de la noche. Tras momentos de incertidumbre, cuando algunos confundieron los sonidos de las ráfagas con la pirotecnia propia del festival, el público comenzó a correr y el show se detuvo. Los disparos provenían del piso 32 del hotel Mandala Bay, ubicado a unos 350 metros de distancia de su blanco.
Stephen Paddock, un jubilado de 64 años, se había atrincherado en una habitación con 10 armas a disposición. Según trascendió, eran rifles de asalto de uso militar.
Para realizar su crimen debió romper la ventana, ya que habitualmente no pueden ser abiertas a tal altura por una cuestión de seguridad.
Los primeros disparos comenzaron pasadas las 10 de la noche. Tras momentos de incertidumbre, cuando algunos confundieron los sonidos de las ráfagas con la pirotecnia propia del festival, el público comenzó a correr y el show se detuvo. Los disparos provenían del piso 32 del hotel Mandala Bay, ubicado a unos 350 metros de distancia de su blanco.
Stephen Paddock, un jubilado de 64 años, se había atrincherado en una habitación con 10 armas a disposición. Según trascendió, eran rifles de asalto de uso militar.
Para realizar su crimen debió romper la ventana, ya que habitualmente no pueden ser abiertas a tal altura por una cuestión de seguridad.
Cerca de 22 mil personas estaban reunidas en el Route 91 Harvest Festival el domingo por la noche cuando se produjo la balacera. Hasta el momento se han contabilizado más de 50 muertos y 500 de heridos.
El asesino rentó una habitación ubicada en el extremo del hotel más cercano al lugar del evento, objetivo de su crimen.
Según los testimonios, el ataque duró entre cinco y 15 minutos, mientras los asistentes corrían para buscar algún resguardo en medio de un terreno sin muchos lugares techados. Sin la luz del día, no estaba claro de dónde provenían los disparos y el horror no cesaba.
Luego de un lapso que pareció eterno, las autoridades identificaron en qué habitación estaba el atacante. Las interminables rondas habían activado la alarma del detector de humo y permitieron a la policía llegar con velocidad al lugar. Cuando irrumpieron, el hombre se vio acorralado y se suicidó.
Mientras tanto, las escenas de pánico continuaban en el exterior. El cantante Jason Aldean ya había interrumpido su show cuando se dio cuenta de lo que pasaba. El público, en su mayoría joven, registraba en los celulares el horror entre los heridos y las víctimas fatales. Hasta el llamado "Rey de Instagram" grabó en primera persona la evacuación del lugar.
El presidente Donald Trump se expresó primero a traves de su Twitter, donde envió "sus más cálidas condolencias" a las víctimas. Luego, en un mensaje desde la Casa Blanca, calificó el hecho como "un acto de pura maldad" y anunció que viajaría el miércoles a la ciudad.
Aunque el Estado Islámico se atribuyó el ataque, asegurando que Paddock se había convertido al islam meses atrás, las autoridades indicaron que el autor no tiene vínculos con ninguna organización internacional, mientras que su hermano declaró que no tiene afiliación religiosa ni política. Por ello, todavía se desconoce qué lo motivo a realizar la masacre.