Las rutinas tienen eso: se instalan en tus hábitos cotidianos, y hacen de cada acción algo automatizado e imperceptible. Por supuesto que eso tiene sus beneficios, ya que sin cada decisión por mínima que sea es meditada, evaluada y hecha a conciencia, no podríamos llevar a cabo nuestro día a día.

Sin embargo, cuando esa rutina tiene cada vez menos componentes que te hacen feliz, podés quedar presa de una realidad que no te satisface. Como en la analogía de la rana y el agua hirviendo: si tirás una rana al agua hirviendo salta espantada. En cambio, si la ponés en agua tibia y paulatinamente le vas subiendo la temperatura, morirá achicharrada sin percibirlo.

Para que puedas identificar correctamente si estás siendo feliz en el trabajo, es necesario implementar una suerte de autoevaluación, y así ser capaz de saber cuándo es el momento de dar el volantazo. Por eso, charlamos con Paula Molinari, presidenta y fundadora de Whalecom,JoiLab y autora del libro de reciente publicación "Desencajados", que aborda precisamente esta insatisfacción, vivida por muchos jóvenes.

5 SEÑALES PARA MEDIR TU GRADO DE FELICIDAD LABORAL

No siempre encontrar la tan buscada plenitud en el trabajo es tarea sencilla. Por eso, te dejamos las cinco interrogantes que te van a ayudar a saber si estás donde querés estar:

1. ¿Hacés lo que amás? ("Se debe encontrar lo que uno ama", decía Steve Jobs en su famoso discurso en Stanford). Preguntate: ¿Qué es lo que me apasiona? ¿Qué hace que me entusiasme y vibre?

2. ¿Tu trabajo combina con tu proyecto de vida? Para llegar a saber eso, pregúntate antes: ¿cuál es mi proyecto? ¿Cómo quiero vivir? ¿Cuáles son las variables que son importantes para mí y me generan sensación de logro? (Y, cuidado, ¡esto no es solo trabajo!)

3. ¿Trabajás con gente que valorás?

4. ¿Te Divertís en el trabajo? ¿Quién dijo que trabajar tiene que ser aburrido?

5. ¿Aprendés algo cada día? ¿Sabés que nuestro cerebro disfruta cuando aprende algo distinto, por más chiquito que sea?

Obvio que no hay que ser taxativo, y no siempre es fácil poder tener el trabajo ideal. Además, puede ocurrirte que más allá de todas estas cosas, ganes bien y necesites el dinero. Sin embargo, está bueno cada tanto poder revaluarte y saber dónde estás parada. Si ninguna de estas cosas se dan en tu trabajo, estaría bueno al menos pensar en un Plan B. Quizás no estés en el lugar correcto.

Otra cosa importante es desprendenderte de la mirada ajena. Muchas veces, un trabajo socialmente valorado puede no hacerte feliz.

ALGUNOS CONSEJOS

Paula Molinari nos dejó estas ideas para poder afrontar esta etapa, si te decidiste a hacer el cambiazo, repensarte y reinventarte:

1. Buscá ayuda. Alguien que se reinventó puede ser un buen consejero.

2. Preparate para reinventarte. Cuando te decidís cambiar, pasás por un período que se llama de "tránsito", entre una identidad, la anterior, y la nueva. Es un período de confusión.

3. Hacé cosas distintas, ensayá.

4. Conocé gente, eso siempre te abre la cabeza. Mucho mejor si son personas vinculadas a lo que te gusta.

5. Anímate. La vida es una.