9 hábitos para un día felíz
Al modificar ciertas rutinas podrías lograr que la felicidad sea una meta un poco más sencilla.
Lo que hacés todos los días tiene una influencia importante en tu estado de ánimo. Al modificar ciertas rutinas podrías lograr que la felicidad sea una meta un poco más sencilla.
Probá con pequeños cambios en tus hábitos:
- Levantate temprano. No ir a las apuradas antes de llegar al trabajo es una forma distinta de empezar el día. Hacé las cosas con calma y relax y verás como esa tranquilidad se traspasa al resto del día.
- Desayuná. Es una de las comidas más importantes del día, porque te llena de energía para cumplir de buen humor con todas las actividades que tengas programadas. Salteartelo puede contraer riesgos para la salud.
- Hacé ejercicio. Elegí una actividad con la que te distraigas o te guste y que te ayude a despejarte de las obligaciones del día a día. Un pequeño tiempo para vos que además aporta muchas ventajas a tu salud y bienestar físico y mental.
- Date un baño relajante. Es otra forma de desconectarse por un rato y, como el ejercicio, mejora tu salud ya que combate el estrés, la fatiga y el insomnio, disminuye el dolor, favorece la circulación sanguínea y elimina toxinas, entre otros beneficios.
- Disfrutá de tu rutina de belleza. Buscá tiempo para hacerla y te sentirás realizado porque del mismo modo que es bueno cuidarse por dentro también hay que hacerlo por fuera.
- Agradecé. Da las gracias por todas las cosas que te hacen feliz, así como por pensamientos y acciones positivas que realizás durante el día.
- Cuidá tu postura. Camina con los hombros hacia atrás y mira hacia al frente. Esto hará que te sientas saludable y atractivo, al mismo tiempo que cuidás tu espalda.
- Escuchá música. Aunque sea por un rato, tenelo como rutina. Te impulsará a bailar, sonreír y realizar todas tus actividades con alegría y felicidad. También reduce la presión arterial, ayuda a mejorar la memoria y es buena para los dolores de cabeza.
- Expresate. No te guardes pensamientos para vos y acumularlos puede producirte estrés o tristeza. Decir las cosas ayuda a liberarte de cargas extras y a mejorar tu autoestima.