El Papa condenó el ataque terrorista en Nueva York
En su tradicional Ángelus en la plaza San Pedro, Francisco expresó sobre los últimos atentados del mundo.
El Papa condenó hoy la "locura homicida que abusa del nombre de Dios para diseminar muerte", al manifestarse "profundamente dolido" por el ataque terrorista de ayer en Nueva York y de los últimos días en Somalia y Afganistán.
"Estoy profundamente dolido por los ataques terroristas de estos últimos días en Somalia, Afganistán y ayer, en Nueva York", dijo Francisco después de la oración mariana del Angelus, que pronunció como siempre desde la ventana de su despacho del Palacio Apostólico.
"Al deplorar esos actos de violencia, rezo por los difuntos, por los heridos y sus familiares", aseguró. "Pidamos al Señor que convierta los corazones de los terroristas y libere al mundo del odio y de la locura homicida que abusa del nombre de Dios para diseminar muerte", exhortó.
De los ocho muertos de ayer en el ataque terrorista de Nueva York -perpetrado por un uzbeko de 29 años que embistió a ciclistas con su camioneta-, cinco eran argentinos. Oriundos de Rosario, celebraban los 30 años de su egreso del colegio.
Fiesta de todos los santos
Anteriormente, ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro en una jornada soleada, en el día de la Fiesta de Todos los Santos, feriado en Italia, el Papa explicó que "los santos son modelitos perfectos", sino personas normales, "atravesadas por Dios".
En este marco, señaló que los ingredientes para la vida feliz son las bienaventuranzas. "No hacen falta gestos eclatantes, no son para superhombres, sino para quien vive las pruebas y las fatigas de cada día. Así son los santos: respiran como todos el aire contaminado del mal que hay en el mundo, pero en el camino nunca pierden de vista el camino marcado por Jesús, el indicado por las bienventuranzas, que son como el mapa de la vida cristiana", dijo Francisco.
"Hoy es la fiesta de los que han alcanzado la meta indicada de este mapa: no sólo los santos del calendario, sino tantos hermanos y hermanos 'del portón de al lado', que quizás hemos encontrado y conocido. Es una fiesta de familia, de tantas personas simples y ocultas que en realidad ayudan a Dios a mandar el mundo adelante. ¡Y hay muchos hoy!", exclamó. Y mencionó como primera bienaventuranza la de los "pobres de espíritu". ¿Qué significa? Que no viven para el éxito, el poder y el dinero", explicó, sino que "saben que quien acumula tesoros para sí no se enriquece ante Dios y creen, en cambio, que el Señor es el tesoro de la vida, el amor al prójimo la única verdadera fuente de ganancia".