La sinceridad de Peque

En el marco de la presentación del ATP de Buenos Aires 2018, Diego Schwartzman se refirió al descenso, a su gran año y sus objetivos

Año casi fantástico se puede definir el 2017 de Diego Schwartzman. El Peque inició 52° en la temporada y la finalizó 26°, no muy lejos del top 20. Llegó a otra final (de nuevo en Amberes) y a sus primeros cuartos de final en Grand Slam (US Open) y M1000 (Montecarlo y Montreal), además de vencer a dos top 10 como Marin Cilic y Dominic Thiem. Justamente estos dos serán sus principales rivales en el Argentina Open 2018, del 10 al 18/2 en el Lawn Tennis, en su camino para ser el primer argentino en 10 años en levantar el trofeo (el último, Nalbandian).

Hablando con la prensa, la segunda raqueta argentina destacó que hay poco para reprocharse en la Copa Davis por lo que logró el equipo en los últimos 15 años. “Vería mucho más lo positivo que lo negativo. Como dije después de Kazajistán, no es menor haber descendido pero hay que entender que el año pasado se ganó y que en 2018 rápidamente tenemos chances de subir. Muchos chicos no estuvieron por problemas físicos, como yo ante Italia. Hay que hacer un análisis profundo y devolver a la Argentina a lo más alto”. Con respecto a su nivel individual en la Ensaladera, el Peque hizo autocrítica: ”Sé que puedo rendir mucho mejor de lo que lo hice hasta ahora. Tengo mucho margen para mejorar y todavía no encontré el 100% de mi nivel en la Davis. La experiencia me va a ayudar a alcanzarlo”.

En cuanto a su impresionante año, Diego analizó que los primeros seis meses fueron muy buenos pero que no tuvo suerte en los sorteos. Aprendió de las derrotas ajustadas ante los mejores y, en la segunda parte, con un ranking mejor, pudo volcar ese aprendizaje. “Aproveché para ver cómo compiten los de arriba. Estar tan cerca, me dio seguridad. Gracias a esto, derroté a algunos top 10 y seguí haciendo buenos torneos. Ayudó tener un colchón de puntos para estar relajado”.

¿La clave de este salto? La regularidad. “Para dar el paso y estar cerca de los 20, tenía que ser regular. Antes tenía torneos muy buenos, otros no tanto. Este año logré llegar a cada torneo al 100%, competir de la mejor forma todas las semanas que uno quiere, estar sano todo el año y descansar bien. Muchas veces no volví a Argentina, me quedé en Europa entrenando y descansando. La vuelta desgasta“.

Para el año que viene la idea del Peque es mantener lo que viene haciendo. ”Espero estar cerca del top 10. Desde que soy profesional, siempre terminé un poco mejor. Ahora tengo más margen para mejorar y seguir creciendo en muchos torneos. Armaré mi calendario en base a eso”.

El porteño destacó al torneo de Bueno Aires, donde jugará dobles con Thiem, “como muy importante para el tenis argentino”. Su idea es llegar y hacer un buen papel, y que la gente disfrute. Sobre los cambios que se están probando en el Next Gen Finals, Diego aseguró que es una transformación grande y que algunas medidas son raras, como eliminar el let en el saque y los sets a cuatro games. “Si los de arriba apoyan estos cambios, es decisivo. Los demás, vamos un poco atrás de las decisiones que puedan tomar ellos. A la gente le va a gustar porque va a haber más adrenalina”.