Páncreas artificial: posible solución para los diabéticos
Se trata de un sistema desarrollado por investigadores del CONICET, el ITBA y el Hospital Italiano que traería "una mejoría en la calidad de vida significativa" en los pacientes.
Investigadores del CONICET, el ITBA y el Hospital Italiano probaron un novedoso páncreas artificial con éxito en tres mujeres y dos hombres con diabetes tipo 1.
En diálogo con LT10, Luis Grosembacher, investigador principal del estudio y jefe de la Sección Diabetes del servicio de Endocrinología, Metabolismo y Medicina Nuclear del Hospital Italiano sostuvo que "podemos decir que los resultados en los últimos ensayos clínicos son iguales a los que se obtienen en otros países".
Este proyecto "es una mejoría en su calidad de vida significativa" de los pacientes con diabetes tipo 1, por lo tanto explico en qué consiste esta enfermedad.
En primer lugar, aclaró que "el 10% de las personas presentan diabetes y de estas el 90% tiene tipo 2", a diferencia de los que afirmaban erróneamente que lo padecía el 10% de la población.
"Se denomina así porque tiene una alteración que corresponde a la falta de función de las células beta del páncreas y en consecuencia tienen que medirse la glucosa pinchándose los dedos o a través de sensores continuos para, según el valor de glucosa, saber cuanta insulina se va a colocar externamente", explicó en Todo Pasa.
En ese sentido, el especialista precisó que de comer cuatro veces por día son aproximadamente entre 30 y 34 decisiones extras que tienen que hacer.
Luego, Grosembacher describió el funcionamiento del páncreas artificial. "Cuenta con una bomba que infunde insulina según los niveles que informa el sensor de glucosa. Es una aguja pequeña que se coloca en la proximidad del cuerpo que le transmite a un programa en un celular que es quien elabora las cuentas y decide enviar una señal por bluetooth a la bomba para que administre lo que necesite de insulina cuando el objetivo es mantener la glucemia lo más normal posible que es entre valores de 70 y 180"
Si bien hasta el momento los resultados fueron exitosos, Grosembacher aclaró que "no sabemos cuanto tiempo va a llevar hasta incluirlo en la realidad cotidiana" y que depende "de conseguir recursos para continuar con nuestras investigaciones".
Audio: Luis Grosembacher, investigador principal del estudio
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