Poner límites en el uso de internet, un desafío posible
Te dejamos algunas recomendaciones que mejoran la convivencia familiar y el vínculo de los niños con sus pares, escuela, familia y con la propia red.
Los niños, niñas y adolescentes de Argentina son nativos digitales. Nacieron y crecen con Internet y no conocen un mundo sin esta herramienta. A menudo se escucha en la consulta la preocupación de los padres por no poder poner un límite a su uso o de no poder controlar los sitios a los que acceden.
Solos y sumergidos en un mundo en el que todo es posible, los chicos se contactan desde la computadora a un sin fin de diversión en el que no existe tolerancia a la frustración ni límite alguno. Te matan y revivís, matás y reaparecés. Un mundo de lo posible en el que con un solo clic, todo se reinicia.
Según el informe de Cyberpshycology, Behavior, and Social Networking, 6 de cada 100 personas en el mundo son adictas a Internet, esto implica que cerca de 435.582 personas (Bco. Mundial) presentan esta condición y cerca del 20% son niños. Si bien en Argentina no hay estadísticas, en España se sabe que 857.0002 menores de entre 4 y 16 años se hallan en esta situación, lo que equivale al 21,3% de los más de cuatro millones de niños internautas que tienen, la tasa más alta de Europa.
¿Cómo se comporta un niño que pasa más de tres horas diarias frente a la pantalla?
Por lo general el niño se muestra enojado, falto de paciencia, con cero tolerancia a la frustración, cambios de humor, aislamiento y mala relación con sus padres. Lo que se decodifica como un niño caprichoso y desobediente.En cuanto a comportamientos puntuales, se observan:
- Cambios en los hábitos cotidianos para tener más tiempo para conectarse.
- No ir al baño para no interrumpir el juego.
- Disminución generalizada de la actividad física y en casos dolores musculares.
- Dificultad para conciliar el sueño y cambios en los patrones habituales del dormir.
- Disminución de la sociabilidad por estar ensimismados en el juego, lo que puedegenerar pérdida de amistades.
- Descuido personal. No se bañan, no comen y todo para ganarle tiempo a la compu ocomen en la máquina.
- Aburrimiento generalizado cuando están fuera de la red.
- Rechazo a dedicar tiempo a estar fuera de la compu.
- Deseo de más tiempo conectado.
- Cuando usan auriculares, sino se regula el volumen, posible disminución relativa de la audición.
¿Qué podemos hacer los papás ante esta realidad?
Es real que tener un niño conectado a Internet, en el dispositivo que sea, es tranquilidad parental asegurada, momentánea, ya que cuando regresa al mundo real, tendrá algunos de los comportamientos mencionados y se desatará una catarata de conflictos, por los que suelen llegar a la consulta.
Algunas recomendaciones que mejoran la convivencia familiar y el vínculo de los niños con sus pares, escuela, familia y con la propia red tienen un punto de partida: límites.
Los límites son la clave y la herramienta más escasa del siglo XXI. En primer lugar, es indispensable colocar en los artefactos que utilizan los niños un sistema de control parental. Los mismos están diseñados para ser utilizados en los distintos dispositivos y permiten regular los sitios, bloquearlos y definir el tiempo que tendrá acceso a Internet, luego queda el dispositivo fuera de red.
En niños de 2 años a 13 años, que asisten a jardín y escuela primaria, se recomienda que los días de semana, durante el periodo escolar, no utilicen la computadora salvo para la tarea. Se sugiere sólo dos horas de pantalla diaria: TV.
En segundo lugar se recomienda proponer a los niños juegos y actividades por fuera de lo electrónico. Claro que esto, involucra tiempo de los padres. Y en tercer lugar generar con ellos, un sistema de reglas, posibles de cumplir, tales como:
- Los electrónicos no se usan antes del desayuno.
- No se pueden llevar electrónicos al momento de la comida.
- Al menos, establecer una de las comidas en familia y conversar acerca de cómo estuvo el día de cada uno de los miembros.
- A la noche leer para lograr el sueño. No hay ni TV ni celus en la cama.
- Cuando invitan amigos, las primeras dos horas, serán de juegos creativosfuera de la red y luego, podrán acceder a internet y jugar en equipo- La computadora debe estar en un espacio visible para los padres y se debe hablar con los niños de los riesgos que conlleva el online tanto externos como para su crecimiento sano y saludable.
¿Es difícil? Sí, es difícil poner límites, pero verán que si logran sostenerlos y establecer un sistema de reglas cumplibles con los niños, niñas y adolescentes, pronto sentirán el efecto positivo de los cambios.
Recordá que las redes sociales establecen límites de edad para su ingreso. Respetarlos es proteger a tus hijos y responsabilidad de los adultos.