Salir a trotar, hacer natación, o cualquier otro deporte en el que utilizamos nuestra capacidad aeróbica, además de mejorar nuestro sistema cardiovascular puede mejorar un área del cerebro de la que depende la memoria.

Según estudios, este tipo de actividad ayuda a mejorar de manera significativa la salud del cerebro. Incluso, puede llegar a incrementar el tamaño de la región izquierda del mismo, la cual se encarga de los recuerdos.

Un trabajo conjunto de las universidades de Western Sidney, en Australia, y Manchester, Reino Unido, llegó a la conclusión de que el ejercicio aeróbico estimula nuestra memoria y la salud mental del cerebro.

Las investigaciones se centraron en evaluar los efectos de la actividad aeróbica en la región del hipocampo, que es clave para la memoria y otras funciones cerebrales. Este sería clave para combatir los efectos del envejecimiento.

En este caso revisaron sistemáticamente 14 ensayos clínicos en los que se analizó mediante escáneres cerebrales a 737 personas antes y después de someterse a un programa de ejercicio aeróbico controlado, que incluyó bicicleta estática, marcha y carrera en cinta.

La duración de los programas varió entre 3 y 24 meses, con una frecuencia de dos a cinco sesiones semanales. Y, en términos generales, aunque el ejercicio no tuvo ningún efecto sobre el volumen total del hipocampo, sí aumentó significativamente el tamaño de la región izquierda.

“Cuando haces ejercicio se produce una sustancia química llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, en sus siglas en inglés), que puede ayudar a prevenir el deterioro del cerebro relacionado con la edad”, sostuvo Joseph Firth, principal autor del estudio, a medios locales.