Pateó un penal presionado por una ametralladora

En Brasil, un jugador ejecutó una pena máxima con un hincha armado detrás suyo

 

El fútbol da historias de todo tipo. Desde risueñas hasta la más dramáticas y que, muchas veces, superan el límite de lo conocido. Pero sin dudas que hacer esta actividad bajo amenaza no suele verse y desde ya nadie quisiera pasar por esa situación.

Esto pasó en el campeonato regional de Villa Aliança, Bangú, en Río de Janeiro. Un encuentro con muchas particularidades y donde la tensión superó cualquier punto de este deporte. Las Favelas son conocidas por ser prácticamente infranqueables y muchas veces ni la policía ni los militares pueden ingresar por el poder que allí hay de armas y demás.

El Sargento Giménez destapó la olla

Entonces, esto no es ajeno a la disciplina más popular del planeta, que también tiene uno de los puntos máximos de ebullición en Brasil. Por algo con miles son los que juegan y se animan a probar suerte como profesionales. Pero a otros les toca bailar con la más fea, como este jugador que, rodeado por cerca de 300 personas, tuvo que ejecutar un penal definitorio.

Hasta ahí todo el colorido, pero la cosa cambió cuando varios fanáticos se le plantaron detrás y, con ametralladoras en mano (AK 47, considerada un arma de guerra), se buscaron un lugar de privilegio para ver todo. En pocas palabras, lo "obligaron a hacer el gol" para no tener que llegar a mayores.

Por suerte el jugador tuvo la cabeza fría –el cuerpo no se sabe– y la clavó cruzado hacia el palo derecho del arco, que se lanzó hacía el otro lado. Sin dudas es algo que se ve poco, pero que no hace otra cosa que ratificar cómo se vive el fútbol en muchos país. Igual, el miedo que habrá tenido ese muchacho, mejor ni calcularlo.