La Organización Mundial de la Salud recomienda ingerir 400 gramos de frutas por día

En un informe se destacó que la importancia de las frutas y verduras radica en que ayuda a prevenir importantes enfermedades no transmisibles, como las afecciones cardiovasculares y algunos tipos de cáncer

Se calcula que cada año podrían salvarse 1,7 millones de vidas humanas si se aumentara lo suficiente el consumo de frutas y verduras. Esta revelación fue dada a conocer tras un estudio realizado por la Organización Mundial para la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Las frutas, según los expertos de la OMS, “garantizan la ingesta suficiente de micronutrientes, fibra dietética y una serie de sustancias esenciales”.

El estudio estima que la ingesta insuficiente de este grupo alimenticio es uno de los diez factores principales de riesgo de mortalidad a escala mundial. Su ausencia produce aproximadamente un 19% de los cánceres gastrointestinales, un 31% de las cardiopatías isquémicas y un 11% de los accidentes vasculares cerebrales.

Sin embargo su consumo sigue siendo bajo especialmente en los países en vía de desarrollo, donde el promedio es de 100 gramos por día. En contraste, en regiones como Europa Occidental las personas consumen 450 gramos al día, una dieta que ayuda a desplazar otros alimentos ricos en grasas, harinas y azúcares.

Por eso desde el 2002, muchos pidieron a la OMS que elaborara una estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud en el contexto del aumento de la carga de enfermedades crónicas.

Se calculó la carga de morbilidad atribuible a una ingesta subóptima de frutas y verduras a partir de la información disponible sobre el consumo de esos productos en la población y sobre su asociación a seis resultados de salud (cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular, y cánceres de estómago, esófago, colon/recto y pulmón). Los datos de ambas fuentes se estratificaron por sexo, edad y 14 regiones geográficas.

La mortalidad mundial total atribuible a un bajo consumo de frutas y verduras se cifra actualmente en 2 635 000 defunciones anuales. El aumento del consumo individual de frutas y verduras hasta 600 g diarios (el punto de referencia de elección) podría reducir la carga mundial total de morbilidad en un 1,8%, y la carga de cardiopatía isquémica e ictus isquémico en un 31% y 19%, respectivamente. Para los cánceres de estómago, esófago, pulmón y colon/recto, las reducciones potenciales fueron del 19%, 20%, 12% y 2%, respectivamente.

Este estudio muestra el enorme impacto potencial del aumento de la ingesta de frutas y verduras como medida de reducción de la incidencia de numerosas enfermedades no transmisibles. Subraya también la necesidad de hacer mucho más hincapié en los factores de riesgo alimentarios en las políticas de salud pública si se desea hacer frente al aumento de las enfermedades no transmisibles observado en todo el mundo, e indica que la iniciativa intersectorial OMS/FAO propuesta para promover el consumo de frutas y verduras es un componente crucial de cualquier estrategia mundial centrada en el régimen alimentario.