8 consejos para desconectarse en vacaciones

Para preservar la salud física y mental necesitamos desenchufarnos completamente, si no de nada vale el descanso.

Las vacaciones son necesarias para el bienestar de la gente por múltiples razones. Una de ellas es la de preservar la salud física y mental, algo imprescindible en los tiempos actuales donde todo es para ayer.

Lo que ocurre es que a veces desconectar de las obligaciones diarias y laborales no siempre es tarea fácil, pero esencial para un verdadero descanso. La clave fundamental es una ruptura total con la rutina. Para lograr un buen descanso, los expertos recomiendan tener entre dos y tres semanas seguidas de vacaciones.

Cargá energías totalmente desconectado

• No dejar trabajo pendiente. De ese modo la cabeza no tiene motivos para preocuparse y disminuir la necesidad de tu presencia en la oficina.

• Notificar a terceros de tus vacaciones. Informar a través del correo laboral y las redes sociales de tu descanso para de ese modo filtrar los mensajes que puedan llegar.

• Limitar el uso del celular. Actualmente, en el ambiente laboral este dispositivo es una herramienta eficaz por la que se puede ser contactado a través de varios canales. Restringir su empleo ayuda a cortar esas comunicaciones. Asimismo, se recomienda no llevar el celular a la playa para evitar interrumpir el descanso mental.

• Organizar actividades. Mayor tiempo para dedicar al ocio marca la diferencia entre el trabajo y las vacaciones, y esto produce descanso. No es necesario que sea un viaje, sino romper con la rutina habitual.

• No madrugar (si no es necesario). Para aquellos que durante la semana no pueden descansar todas las horas necesarias por las obligaciones, en vacaciones deben aprovechar la ocasión para no poner ningún tipo de alarma. No hay que preocuparse de que se desajusten los horarios, una semana antes del regreso al trabajo se adapta de forma gradual nuevamente a los tiempos habituales para que el cambio sea menos brusco.

• Olvidarse del reloj. Por unos días, adaptarse al propio ritmo sin demandas externas.

• Disfrutar del tiempo en casa. Aprovechar al máximo el hogar con la calma que no te permite la rutina laboral.

• Salir de la localidad o ciudad de residencia unos días. Si el presupuesto no alcanza para un gran viaje, al menos visitar otro lugar cercano a donde se vive. Irse por unos días ayuda a despejarse.