Los directores que representarán al Estado en Siderar, del grupo Techint, serán el militante de la agrupación La Cámpora, Axel Kicillof; Damián Camacho, mano derecha del coordinador del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, vicepresidente 2º en el BICE y director suplente en varias empresas, y Francisco Cudos, integrante de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), confirmaron ayer fuentes cercanas a la negociación.

La asamblea está prevista para las 15 y la orden del día será la misma que aprobaron en la reunión de mediados de abril, pero que luego fue invalidada por la Justicia a partir de una presentación realizada por la ANSeS.

Cudos ya integra el directorio de la empresa en representación de los trabajadores, que tienen una porción mínima de acciones por el Programa de Participación Participada (PPP). Aunque el porcentaje, de menos del 5%, no les alcanzaba para nombrar a un director, la empresa lo aceptó de todas formas. Y en la cuestionada asamblea de mediados de abril, votó en favor de la compañía. Pero a partir de que el Estado (que tiene casi 26% de las acciones) reclamó el nombramiento de tres directores, Siderar planteó que si se insistía en esa petición, que el tercero fuera el representante de los trabajadores, ya que por el PPP no les correspondía.

La negociación fue llevada adelante por el ministro de Planificación, Julio de Vido, y el secretario general de la UOM de San Nicolás, Naldo Brunelli, quien aceptó que Cudos deje de representar a los trabajadores para que lo haga en nombre del Estado. Era la única forma que tenían los metalúrgicos para no perder el lugar en la compañía. Al mismo tiempo, Techint evaluó que Cudos podría jugar un rol neutral.

Consultado acerca de la relación entre el Gobierno y el grupo que lidera Paolo Rocca, De Vido enfatizó que la relación “siempre va a ser digna, y no de rodillas”.

Además del nombramiento de los directores, también está acordado que se aprobará el reparto de dividendos por $ 1.511 millones, así como fue consensuado que la ANSeS aceptará los argumentos esgrimidos por la firma respecto de los $ 6.500 millones que en el balance figuran en una cuenta titulada “reserva para futuros dividendos”. Siderar planteó que ese dinero está invertido y el Gobierno lo aceptó. Los representantes del Gobierno y del grupo Techint llegarán hoy a la reunión con la mayoría de los puntos en discordia resueltos, aunque hasta anoche los directivos de la compañía se resistían a renunciar a las demandas iniciadas ante la Justicia contra el decreto que habilitó una mayor representación de la ANSeS en las empresas en las cuales el Estado tiene acciones.