La familia de un joven mochilero rosarino de 24 años que se atendió por un dolor de muelas en un centro de salud de Lima, Perú, durante un viaje por latinoamérica y quedó internado en coma pide ayuda para traerlo de regreso al país.

Cristian Aranda, de 24 años, se encuentra internado en el hospital Arzobispo Loayza de Lima donde acudió por un dolor de muela y terminó internado en coma.

Su familia argumenta que tardaron mucho en atenderlo y por eso se le produjo una infección que derivó en un coma.

Según contó su hermana Sabina a medios de prensa locales, Cristian viaja hace tres año como mochilero por Latinoamérica y pensaba regresar a Rosario para celebrar su cumpleaños, pero la gravedad de su estado de salud le impide volver a la ciudad.

El domingo 14 de enero, Cristian acudió al hospital Arzobispo Loayza de Lima para hacerse atender por un dolor de muelas, le dijeron que los domingos no atendían y se quedó allí, en el piso, con una amiga.

El lunes la muchacha se fue a trabajar y cuando regresó por la tarde, lo encontró en el mismo lugar que el día anterior, solo que esta vez le habían colocado un suero, siempre según la reconstrucción que hizo la familia.

"Lo dejaron tirado en el piso", se quejó Sabina. El martes hizo un paro cardiorespiratorio y entró en coma. Tras ser notificados por la Cancillería argentina de la situación, la mamá de Cristian viajó a Lima.

Según el último parte médico al que tuvo acceso Sabina, su hermano abrió los ojos el sábado por la noche tras una cirugía y fue extubado el martes.

Sin embargo su cuadro sigue siendo incierto. Cree que la demora en atenderlo por la muela desembocó en esa infección.
Si bien con el correr de los días, mejoró la salud del joven que ya respira por sus propios medios, su familia reclama que lo trasladen a Rosario.

"Le realizaron un electro encefalograma, salió mal y ahora tiene baja actividad cerebral y está en estado reservado pero con señales de avance", contó.

Después de permanecer varios días entubado, ahora se encuentra con oxígeno y si bien abre los ojos, no responde a estímulos.

"Necesitamos tenerlo acá", dijo Sabina que pidió ayuda para trasladar a Cristian y a su mamá de regreso a Rosario. "Queremos que nos ayuden ahora. Un financiamiento para poder traer a mi hermano, aunque lo tengamos que pagar en 50 años", concluyó.