El chupete electrónico: adicción a la tecnología en niños
El neurólogo y máster en Neurociencias, Hugo Valderrama, explicó en Todo Pasa su peligrosidad.
El Dr. Hugo Valderrama, neurólogo y máster en Neurociencias, contó en el programa Todo Pasa que es lo que se debe hacer con los más chicos, en relación con la tecnología.
Cuando a un chico le damos un celular para que se entretenga, no solo lo estamos estamos encerrando en una habitación de diez por cinco centímetros para que juegue (tamaño de la pantalla), sino que si desconocemos quien esta en la habitación, dejamos que moldee su cerebro una niñera que se dice llamar “tecnología”. Aclaro que solo se dice llamar, porque tecnología deriva del griego “téchnē” que significa arte, técnica u oficio y “logía” el estudio de algo, la mayoría de las veces lo que menos inculca esta niñera. Cuando son muy chicos, casi bebés, es drásticamente más limitado y limitante, en la habitación solo hay un “chupete electrónico”.
¿Pero cómo logra de forma tan eficiente esta niñera mantenerlos entretenidos? Fácil, conoce muy bien como funciona el circuito de recompensa del cerebro. Sabe que si da respuestas inmediatas y repetidas que generen “dopamina” en el cerebro (el neurotransmisor del placer), no tiene que esforzarse por la calidad o finalidad. Puede dar muchos “Like” de casi desconocidos, premios por romper y pegar cubos, más armas para destripar personas muertas (no exagero, los famosos juegos de zombies), “diálogos” de horas con solo palabras sueltas en medio de caritas dibujadas “emoticones”... en fín, le sobran recursos porqué son tan baratos de conseguir como su baja calidad. Tambíen sabe de que si ella se ocupa por un tiempo suficiente y no sus padres, el chico no podrá desarrollar las neuronas encargadas del control inhibitorio, las que intentan poner freno a aquellos estímulos que producen más daño que placer. Si nadie se da cuenta y no la despiden a tiempo, podrá lograr el objetivo de generar una adicción que entretenga al chico por muchas horas, para así dejar de trabajar y poder echarse a dormir.
Solo el nombre “niñera tecnología” es una metáfora, el resto no, el resto es tan concreto como las neuronas que se están conectando al leer este artículo. Los chicos no pueden contratar y pagarle a la “niñera tecnología”, como tampoco pueden elegir y pagar un celular… ¿Quiénes lo estamos haciendo por ellos?, respuesta obvia pero obviada.
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