Pato Gómez, un año después del accidente

Raúl Gómez, papá de Patricio, contó cómo evoluciona la salud del joven de 35 años que fue atropellado por el conductor de un automóvil en la esquina de 27 de Febrero y Mendoza, hace un año.

Patricio Gómez tenía una vida normal pero muy activa: pasaba sus días entre el trabajo, la música, y salir a pedalear por las calles de Santa Fe con amigos. De alma deportista y muy buen estado físico, Pato aprovechaba cualquier excusa: ya sea en competencias organizadas o por puro placer, se calzaba el casco y salía a sentir el viento en su cara arriba de la bici. Aunque todo cambió el 19 de febrero de 2017; el destino tenía preparada para él la carrera más difícil de su vida: la de la recuperación, siempre cuesta arriba.

Ese domingo, alrededor de las 7.30, G.B. conducía el un Peugeot 207 de sus padres y atropelló a Patricio que circulaba con su moto, en la esquina de 27 de Febrero y Mendoza; luego se escapó del lugar sin asistir al motociclista que estaba gravemente herido. El joven, de 20 años en ese momento, se presentó como el conductor del automóvil en la Comisaría 1ra, luego de tres horas del accidente.

A partir de allí, Patricio Gómez estuvo internado en la unidad de terapia intensiva del Hospital Cullen con un cuadro sumamente delicado, de lesiones en su cabeza, el torso y miembros inferiores. Permaneció 95 días internado ahí en estado de "inconsciencia crónica", y luego sus familiares decidieron trasladarlo a una clínica de la ciudad de Rosario para que reciba atención física y neurológica especializada.

Raúl Gómez, el papá de Patricio, suena entero. Sin embargo, el dolor va por dentro: "Nunca me llamaron. Nadie pidió disculpas por haber chocado y abandonado a Pato en la calle. Hubiera sido bueno un gesto así. Incluso para ellos".

Se refiere a la familia del joven imputado por los posibles delitos de "lesiones graves culposas, ocasionadas por la conducción imprudente de un vehículo automotor por exceso de velocidad; agravadas por haberse dado a la fuga y no haber asistido a la víctima".

Según contó Raúl a lt10.com.ar: "Pato está progresando día a día, pero su avance es lento. Ahora, al menos, puede girar la cabeza".

Quizá parezca poco, pero para la familia es un logro importante. Pato se encuentra internado en Rosario desde el 24 de mayo del año pasado. "Él nos escucha... nos sigue con la vista. Le pone una garra y una voluntad increíbles", dijo el papá.

"Tenemos esperanza y fe de que vamos a salir de ésta", insistió. Mientras tanto, Rodrigo, el hermano mayor de Pato, se encuentra en Rosario cuidándolo en todo momento. Es que la vida ya no es la misma para todos los integrantes de esta familia.

A pesar de todo lo sucedido y del tiempo transcurrido, Raúl confía en la Justicia: "Es lenta, pero tenemos confianza". El proceso de investigación continúa para determinar cómo se dieron los hechos y el grado de responsabilidad del imputado. En los próximos días, se harán nuevos peritajes.

Dos familias signadas por la imprudencia de un mismo apellido

Mientras los amigos de Patricio reclamaban justicia y testigos del hecho a través de las redes sociales, apareció una mujer que padeció en su familia, hace poco más de tres décadas, una historia similar. Conmovida por lo ocurrido con Patricio, Graciela Segura se acercó al Hospital Cullen para abrazar a los Gómez mientras Patricio estaba internado y contó su historia por LT10.

“A mi papá lo chocaron el 15 de noviembre de 1986, en Aristóbulo del Valle y Gorriti. El señor O.B. (padre del joven que atropelló a Gómez), estaba corriendo picadas en ese lugar en una moto de alta cilindrada cuando embistió a mi papá quien se trasladaba en una bicicleta. Ese accidente le quitó la vida a mi viejo. Cuando leí el caso por Facebook me contacté con los familiares porque no quería que este caso no quede impune como el de mi padre”, señaló Graciela Segura.

Consultado sobre cuál fue el desenlace de  la causa que investigaba la muerte de su papá, Graciela Segura contó en ese moemnto que “el abogado le dijo a mi mamá que el juicio estaba perdido y que le convenía aceptar lo que le ofrecían (mi vieja tenía tres chicos y uno en camino). A mi mamá le dieron una vivienda en el FONAVI (que la tuvo que pagar), un puesto de trabajo y algunos pesos. Mi mamá se llevó a la tumba muchos detalles; ella no quería hablar del tema con nosotros. Nosotros no tuvimos justicia porque éramos pobres y mi mamá pensó en nuestro futuro”.

Por su parte, Raúl Gómez, papá de Patricio, sostuvo: “estamos muy agradecidos por el gesto de Graciela y muy dolidos por su historia, que nos vincula. Nosotros vamos a luchar para que este caso no quede impune como el de su papá".

Audio: Escuchá la palabra de Raúl Gómez, papá de Patricio

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