Hoy los amantes del deporte motor se encuentran en una disyuntiva y es la de elegir entre dos eventos significativos para disfrutar en nuestro país, como son la Fórmula 1 y el Dakar.

En los últimos años ha tomado fuerza aquel rumor que indicaba que la máxima categoría del automovilismo mundial regresaría a nuestro país y de hecho ya hubo visitas de gente de la FIA para verificar el estado en el que se encuentra el autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires y la inversión que habría que realizar en el mismo. Como los costos son altos, desde el gobierno nacional dejarían de invertir en el Dakar y así la carrera más extrema del mundo no pisaría suelo albiceleste en enero del 2019, tras diez años ininterrumpidos.

Y se espera para exactamente un año el retorno de la F1 a Argentina, que no compite en el país desde 1998. Sin dudas que el impacto y posicionamiento de la marca será fantástico, pero a su vez le permitiría tener ingresos millonarios por turismo, gastronomía y muchos otros aspectos. El posible retiro de Brasil del calendario mundial hace que la fecha argentina tome fuerza, aunque también hay otros competidores. Además, la falta de un piloto en la grilla sería un punto negativo.

Muy por el contrario, el Dakar tiene una enorme representación y de hecho lo hace en todas las categorías, teniendo en cuenta además que varios pilotos pelean bien arriba en sus respectivas clasificaciones. Además representan a varias provincias de Argentina y eso lo hace mucho más federal, sin dejar de mencionar el paso de la caravana por distintos lugares de nuestra geografía.

También genera un impacto económico estimativo en los países que lo reciben superior a los 1.000 millones de dólares en varios conceptos. Por otro lado, la efervescencia de los primeros años no es la misma por parte del público, aunque comercialmente sigue rindiendo sus frutos.

El debate está planteado y todo parece indicar que no hay lugar para ambos. El tiempo dirá cual tendremos.