Tras la decepción de la primera semana de test, en la que el mal tiempo causó notables retrasos en el programa de trabajo de los equipos de cara al estudio, análisis y desarrollo del nuevo monoplaza con el que competirán esta temporada, se esperaba que la llegada del sol y las temperaturas tibias a Barcelona animara a los equipos a aprovechar al máximo su tiempo en pista.Así ha sido en la mayoría de los casos, pero la escuadra McLaren no termina de salir de su pesadilla de los últimos tres años y, por unas razones u otras, sigue acumulando retrasos en su preparación para el GP de Autralia.

La mañana comenzaba con el termómetro cerca de los 10 ºC de temperatura ambiente y el sol luciendo sin oposición, lo que permitía al asfalto ofrecer unos respetables 20 ºC para permitir a los equipos realizar un mejor análisis de los neumáticos. Pero Stoffel Vandoorne no pudo acompañar al resto de pilotos en dichas tareas, pues tras haber completado únicamente cuatro vueltas, su coche se paraba en la recta de meta nada más cumplirse la primera hora de rodaje. El belga no pudo salir hasta el último minuto de la sesión de la mañana, esperanzado de poder aprovechar por fin al máximo las cuatro horas de la jornada vespertina.

Como posteriormente confirmó el equipo McLaren, el problema llegó tras un apagón eléctrico que detuvo el monoplaza y, además, impidió recuperar los datos del mismo. Una vez que se recuperó la actividad en pista tras devolver al MCL33 al garaje, Bottas y Vettel intercambiaron registros con el compuesto blando, cayendo finalmente el mejor tiempo del lado del finlandés, aunque por unas escasas 14 milésimas. Un duelo al que más tarde se unió Verstappen con el Red Bull, cediendo menos de una décima con el Mercedes y el Ferrari, pero utilizando el neumático medio.

Pero con la llegada del mediodía las cosas se animaron aún más, gracias principalmente a las temperaturas, que superaron los 30 ºC en el asfalto y permitieron a los pilotos afrontar tandas largas con diferentes compuestos. A dicha tarea se encomendó Sebastian Vettel, que a pesar de realizar una tanda larga con el compuesto medio, rebajó su tiempo aún más para colocarse primero en la tabla con 1:20.396, dejando claro que aún queda mucho potencial por desvelar en los monoplazas.

La sesión de tarde comenzó bien para Stoffel Vandoorne y McLaren, que aprovecharon el aumento de las temperaturas para realizar tandas medias y largas, avanzando así en el entendimiento de los neumáticos. El problema es que, como ocurriera en la jornada matinal, no duró demasiado, viéndose obligado el piloto belga a detener el monoplaza en la curva 3 por un problema en el circuito hidráulico tras sumar únicamente 37 vueltas.

Minutos más tarde otro monoplaza motorizado por Renault, el Red Bull RB14 de Max Verstappen, sufrió una suerte parecida, obligando al neerlandés a volver a boxes a pie desde la curva 1 del trazado catalán. Una vez retirado el monoplaza, la sesión se reanudó con algo menos de 90 minutos por delante y con Hamilton, Sainz y Stroll ya a los mandos de los monoplazas que sus respectivos compañeros había utilizado por la mañana.

La jornada transcurrió con el piloto español de Renault afrontando una simulación de carrera y la mayoría de los pilotos optando por el análisis de los neumáticos en tandas medias y largas, por lo que no se produjeron demasiados cambios en los mejores tiempos. Junto a Vandoorne y Verstappen, el Toro Rosso-Honda de Gasly fue uno de los destacados ausentes de la tarde en un monoplaza que había sido el más fiable hasta el momento durante la pretemporada.

Terminaba así la sesión más productiva para el global de los equipos desde que se iniciara la pretemporada, especialmente por la buena meteorología y la presencia del sol, que permitió avanzar con la evaluación de los distintos compuestos de neumáticos. No fue así, sin embargo, para McLaren y Toro Rosso, que protagonizaron los problemas mecánicos más relevantes de la jornada.

Tiempos de la quinta jornada de test en Barcelona