El laboratorio espacial Chino cayó en el pacífico sur
La caída fue en una zona alejada, donde no pudo avistarse el fenómeno muy similar a una lluvia de meteoritos.
Finalmente, el laboratorio espacial chino Tiangong-1 se desintegró este lunes al entrar en la atmósfera y cayó en el Pacífico Sur, tras dos años de vuelo descontrolado en el espacio.
El módulo Tiangong-1 prácticamente se quemó sobre la vasta región oceánica central a las 8:15 a.m. (0015 GMT), anunció la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China (CMSEO).
Si bien no hubo confirmación inmediata del lugar exacto donde cayeron los restos, "la mayor parte de los materiales quedó destruida en la fase de entrada en la atmósfera", aseguró la CMSEO en un comunicado.
El laboratorio había sido puesto en órbita en septiembre de 2011, y se desplazaba de forma descontrolada desde 2016, finalmente regresó a la atmósfera un poco antes de lo previsto. La CMSEO había anunciado primero que su vuelta a la Tierra tendría lugar hacia las 00H42 GMT, lo cual lo habría hecho caer en el Atlántico Sur, frente a la costa de Sao Paulo.
El Tiangong-1, o "Palacio celeste 1", fue utilizado para llevar a cabo experiencias médicas y se consideraba como una etapa preliminar en la construcción de una estación espacial china.
China había intentado tranquilizar a la gente ante el regreso a Tierra del laboratorio espacial de cerca de ocho toneladas, asegurando que no causaría daños al caer. Las autoridades chinas prometieron incluso un espectáculo "espléndido", similar a una lluvia de meteoritos.
La red militar estadounidense de radares y sensores confirmó que el Tiangong-1 entró en la atmósfera sobre el Pacífico, pero aseguró que lo había hecho un minuto más tarde de lo indicado por los chinos.
Pero la caída en una de las zonas más remotas del mundo privó a los observadores de estrellas de un espectáculo de bolas de fuego cayendo del cielo.
Jonathan McDowell, astrónomo del Centro de Astrofísica Harvard- Smithsonian, dijo que el módulo se aproximó sobre Pyongyang y la ciudad japonesa de Kyoto durante el día, reduciendo así las probabilidades de verlo antes de que llegara al Pacífico.
El módulo espacial había entrado en órbita en septiembre de 2011. Estaba previsto que regresara a la atmósfera terrestre de forma controlada, pero dejó de funcionar en marzo de 2016, suscitando preocupación respecto a su "caída".
La probabilidad de que un humano sea golpeado por un objeto espacial de más de 200 gramos es de una entre 700 millones, recordó la CMSEO.
En 60 años de vuelos espaciales, se han producido unas 6.000 entradas no controladas en la atmósfera de grandes objetos fabricados por el hombre, y un único resto alcanzó a una persona, sin herirla, recordó el experto de la ESA Stijn Lemmens.
Según él, el calor y la fricción cada vez más intensos provocan que la estructura principal del laboratorio arda o estalle. La mayoría de los fragmentos se disipan en el aire y una pequeña cantidad de restos caen lentamente.
El Tiangong-1 es el 50º mayor objeto fuera de control que cae en la Tierra desde 1957, señaló Jonathan McDowell, astrónomo del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian en Estados Unidos.
China invirtió miles de millones de dólares en la exploración del espacio para intentar ponerse al nivel de Europa y Estados Unidos. Este programa, coordinado por el ejército, se percibe en el país como un símbolo de su recuperada potencia.
Pekín puso otro laboratorio, el Tiangong-2, en órbita en septiembre de 2016 y espera poder convertirlo en una estación espacial habitada en 2022, momento en que la Estación Espacial Internacional habrá dejado de funcionar.
El gobierno chino quiere también enviar una nave espacial hasta Marte, y luego hacer descender un vehículo robotizado en el planeta rojo. Sueña asimismo con enviar a un hombre a la Luna.