Raikkonen fue el primero en montar superblandos y rebajó ocho décimas su mejor crono para colocarse primero y el primero en bajar de 1.30 el tiempo en el circuito de Sakhir. El siguiente, tras una breve bandera amarilla, el propio Hamilton, pero ni él ni Bottas lograron ese 1.29 alto que si alcanzó también el propio Vettel, que salió más tarde tras un trabajo extenso del equipo en su monoplaza.

La igualdad sigue presidiendo las prestaciones de los tres mejores monoplazas de la parrilla en condiciones de carrera, pero a estas alturas de la película nadie espera sorpresas mañana en la calificación, cuando el 'modo fiesta' del motor Mercedes vuelva a marcar las diferencias, o al menos lo suficiente para garantizar la primera posición para la carrera.

Pero Ferrari está al acecho, y como ocurrió en Australia, demuestran que tienen coche y ritmo para arañar la victoria si ocurre algo. Y si no les ocurre nada a ellos porque el propio Kimi tuvo que parar antes de tiempo su tanda y aparcar el Ferrari previsiblemente por un fallo en el ajuste de la rueda delantera derecha.

Aunque el mejor ritmo de carrera, según reconoció el propio Marc Gené, lo tuvo Daniel Ricciardo, el más veloz por la mañana y capaz de rodar con la goma media en 1.35 de forma sistemática, igualando a Kimi y Verstappen con el superblando. Algo parecido a lo que hizo Vettel con los dos Mercedes. Está visto que hay menos diferencia de la esperada entre los dos mejores compuestos, al menos de noche, y que el superblando para la calificación tiene una vuelta buena.

Buen ritmo mantuvo Fernando Alonso, noveno final, también con 1.35 altos y 1.36 durante su tanda de más de una decena de vueltas, mucho más sólida que la de Vandoorne, lo que le coloca como cuarta fuerza previsible en este circuito por delante de Renault, aunque la sorpresa fue el Toro Rosso de Gasly, que estrena turbo, MGHU y motor de combustión (ICE) de Honda y se encaramó hasta la octava plaza. Carlos Sainz fue 12º con el Renaul