Las lentillas que se oscurecen solas han sido desarrolladas por Johnson & Johnson y Transitions Optical, la compañía detrás de la tecnología en gafas tradicionales. Estas lentes de contacto cuentan con moléculas fotocromáticas que reaccionan y cambian su estructura al ser expuestas a luz ultravioleta, lo que las oscurece para proteger a los ojos de la luz solar, como si fueran unas gafas de Sol colocadas directamente en el ojo.

Según estas compañías, llevan diez años trabajando en llevar la tecnología a las lentillas, y tras haberlas probado en más de mil personas, ya han conseguido la aprobación gubernamental para venderlas a partir del año 2019. Eso sí, tomará tiempo antes de que nos acostumbremos a ver a nuestros amigos que usan lentillas tener los ojos completamente negros como si estuvieran poseídos por un demonio o algo así.

La compañía, no obstante, aclara que no son un reemplazo absoluto para lentes de sol sino un paso intermedio para proteger la visión, ya que no cubren el ojo por completo ni logran el mismo tono negro que los anteojos de sol tradicionales. Esto también sucede con los anteojos que usan esta tecnología transicional.