Bebidas "light" podrían contribuir a la diabetes y a la obesidad
Un estudio sobre ratas con tecnología de última generación determina que los edulcorantes propician cambios metabólicos en busca de energía.
Un nuevo estudio encontró en los edulcorantes sin calorías una extraña y peligrosa relación con la diabetes y la obesidad
El estudio en cuestión fue presentado esta semana en la conferencia anual de Biología Experimental, un trabajo donde comienzan a indicar que los edulcorantes podrían contribuir a problemas de salud como la diabetes tipo 2.
Durante tres semanas, grupos de ratas vulnerables al desarrollo de diabetes fueron alimentados con una dosis alta de dos azúcares, glucosa y fructosa, y dos edulcorantes artificiales comunes, aspartamo y acesulfamo de potasio.
Luego estudiaron la sangre de las ratas utilizando una técnica a gran escala que rastrea los cambios metabólicos minuciosos, conocidos como metabolómica.
El autor principal del estudio, Brian Hoffman, dijo: "Justo después de tres semanas de dar estos edulcorantes y azúcares a nuestras ratas susceptibles a la diabetes, vimos cambios bioquímicos en la sangre que potencialmente podrían conducir a alteraciones en el metabolismo de la grasa y la energía.
La diabetes es lo que sucede cuando nuestros cuerpos no pueden mantener niveles adecuados de glucosa en el cuerpo, un proceso que está regulado en gran parte por la hormona insulina.
Este colapso hace que las personas dejen de responder a la insulina como lo hicieron alguna vez, o que dejen de producir insulina por completo. Se cree que el exceso de azúcar en nuestras dietas ayuda a causar diabetes al sobrecargar la maquinaria productora de insulina del cuerpo, ya que se usa para que los niveles de glucosa en sangre vuelvan a la normalidad.
Por esta razón, los edulcorantes artificiales se han publicitado durante mucho tiempo como una forma para que las personas puedan comer golosinas y refrescos de manera segura y pierdan peso, sin aumentar el riesgo de diabetes.
Sin embargo, las tasas de diabetes y obesidad continúan disparándose independientemente de ello, incluso cuando los alimentos y bebidas ricas en edulcorantes se volvieron ampliamente disponibles a partir de la década de 1950.
Hoffman y su equipo no solo trataron de comprender cómo el azúcar provoca la cadena de eventos que conducen a la diabetes, sino que también intentaron determinar si los edulcorantes podrían hacer lo mismo. "Los edulcorantes pueden aumentar nuestro riesgo de diabetes, probablemente lo hagan de manera diferente que el azúcar. Los edulcorantes engañan en cierto modo al cuerpo. Y luego, cuando tu cuerpo no está obteniendo la energía que necesita, porque sí necesita un poco de azúcar para funcionar adecuadamente, es posible que encuentre esa fuente en otro lugar".
En la sangre de las ratas, el equipo encontró evidencia de la descomposición de las proteínas, lo que probablemente significa que sus cuerpos recurrieron a la quema de músculo como fuente de energía. También encontraron niveles más altos de lípidos y otras grasas que con el tiempo podrían contribuir a la obesidad y la diabetes.
Otra investigación sugirió que los edulcorantes alteran la comunidad de bacterias que viven en el cuerpo humano, el microbioma, de una manera que podría llevar a cambios metabólicos dañinos.
Y aún más investigaciones demostraron que las dietas altas en edulcorantes artificiales están asociadas con un mayor riesgo de diabetes y obesidad.
Hoffman es muy consciente de los esfuerzos anteriores por vincular a los edulcorantes con los graves riesgos para la salud, pero dice que las cosas son diferentes en este caso: "La mayoría de estos edulcorantes fueron aprobados mucho antes de que tuviéramos la tecnología para realizar estudios como lo hace mi laboratorio. Por lo tanto, no pudieron analizar en profundidad algunos de los efectos potenciales que se están causando. Al conocer los cambios bioquímicos que están causando a través de estos estudios a gran escala podemos adoptar un enfoque imparcial y ver qué cambia para darnos una mejor dirección".
El equipo de Hoffman planea presentar sus hallazgos para su debate en varias revistas revisadas por pares, y en estos momentos ya están estudiando ratas alimentadas con edulcorantes durante períodos de tiempo más largos.
Es probable que los estudios futuros también incluyan echar un vistazo a los microbiomas de las ratas. En última instancia, Hoffmann cree que su método podría ser relativamente fácil de usar con las personas, ya que todo lo que se necesitaría es una muestra de sangre para estudiar pequeños cambios metabólicos.
Mientras tanto, no quiere asustar de forma innecesaria a nadie para que no consuma alcohol: "Lo que me gusta decirle a la gente es que la mayoría de las cosas con moderación van a estar bien. Por esta razón, puedes disfruta de tu refresco “light” aquí y allá. Y si te gusta un refresco normal perfecto también. Es cuando las personas comienzan a consumirlas de forma crónica, digamos que una persona bebe dos, tres, o hasta cuatro de estas bebidas todos los días, que deberíamos empezar a preocuparnos. Porque estás comenzando a introducir estos cambios bioquímicos y el cuerpo no tiene tiempo para recuperarse".