Cómo dormir si sufrís dolor de espalda

"Para dormir hay que buscar una posición con la que huyamos del dolor", afirma el Presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España.

Dar vueltas en la cama, movernos inquietos, cambiar de postura constantemente... Pocos se libran de haber sufrido estas dificultades para conciliar el sueño, que se complican si tenemos dolor de espalda.

"Para dormir hay que buscar una posición con la que huyamos del dolor, debemos conseguir tener menos tensión en la zona lumbar", asegura Miguel Villafaina, Presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España.

¿Cómo alcanzamos este objetivo? El colchón y la almohada. En primer lugar, debemos prestar atención a nuestro colchón. "Muchas veces genera molestia si es demasiado blando o duro, debe ser de una firmeza media", afirma Villafaina.

En cuanto a la almohada, el especialista advierte de que es difícil determinar cuál es la idónea. "Por los resultados en los pacientes, recomiendo una almohada que puedas manipular y adaptar a tu posción de confort", cuenta. Además, es importante evitar que la cabeza esté muy inclinada, debe estar en una posición normal, ni muy alta, ni muy baja.

Por su parte, el doctor Juan Pareja, Responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Quirón, habla de la importancia de la alineación de la columna. "En el caso de la columna cervical es importante que la almohada procure una relación (alineación) de la posición de la cabeza y el cuello similar a la que tendríamos en vigilia de pie", sostiene.

La importancia de las posiciones

Hay que olvidarse de dormir boca abajo, esta colocación es la menos aconsejable. "Lo mejor es dormir boca arriba, siempre con una almohada debajo de las rodillas. Sin esta almohada, se produciría un hueco en la zona lumbar que provocaría tensión" explica Villafaina.

La posición de lado o fetal es otra colocación recomendable. "Lo ideal si se duerme de lado, es tener las piernas flexionadas y poner una almohada entre las piernas", dice el especialista.  Si al probar estas posiciones no nos encontramos a gusto, podemos adaptarlas a nuestra comodidad.

El experto cuenta que puede haber variables dentro de ellas y que lo primordial es conseguir la relajación y evitar la tensión muscular, pues no todos los casos son iguales. Por ejemplo, dormir boca arriba puede complicarse en algunas ocasiones.

"Esta postura puede favorecer los ronquidos y las apneas, ya que la lengua se desplaza hacia la faringe y disminuye la apertura faríngea, favoreciendo la obstrucción al paso de aire", afirma el doctor Pareja.

Cuando sufrimos dolores inespecíficos, por un esfuerzo, una mala postura o una actividad física, lo mejor es acudir a un especialista para que nos aconseje cómo corregirlo. El resposo no está indicado cuando nos duele la espalda. "Lo mejor es no estar quieto, hay que moverse. La mejor forma de evitar dolores es tener una musculatura suficientemente fuerte", cuenta Miguel Villafaina.