Le adelantaron la fiesta de 15 porque en unos meses puede perder la visión

Todos sus seres queridos y gran parte de los habitantes de Rio II le adelantaron 365 días su anhelada fiesta de 15 años, porque el tiempo no es impedimento para cumplir los sueños.

Lourdes Lazo es una adolescente cordobesa que vive en la localidad de Rio II a la cual el tiempo le corre deprisa ya que una enfermedad reduce cada vez más su visión, por lo que pronto podría terminar ciega. 

La chica padece de retinoblastoma, una enfermedad que heredó de su padre, que es ciego, y que amenaza con dejarla sin la capacidad de ver. Una operación programada para julio en el hospital Garrahan de Buenos Aires truncó su festejo real programado para abril de 2019, aunque no fue el único impedimento.

Hace menos de un mes, delincuentes entraron a la casa de la familia Lazo y se robaron los souvenirs, globos, copas, cotillón y centros de mesa que la mamá de Lourdes había preparado con esmero, además del dinero que ahorraban para el vestido. Indignada, una de las hermanas de Lourdes (son 11 en total) publicó un mensaje en Facebook contando la triste anécdota, la cual obtuvo una respuesta casi de cuento de hadas.

El hada madrina fue Josefa Lauver, una vecina de Río Segundo que, motivada por la historia de Lourdes, se ofreció para coordinar la fiesta de 14 años como si fuera de 15 años. Consiguió que le prestaran el salón de un club, que participaran artistas y hasta que hubiera donaciones para la mesa dulce. ¿La fotografía y el video? También fueron gratis.

La historia de Lourdes cruzó, incluso, los límites de Córdoba y llegó hasta un grupo de policías de Salta, que realizó una donación tras enterarse de la movida solidaria en las redes sociales.

Cuando llegó la noche de ensueño, Lourdes entró al salón acompañada por una caravana de motoqueros, ya que ella es fanática confesa de las motos.“Recién en la puerta del salón supe que me estaban festejando el cumple; pensé que se trataba de un concurso. Eso me hicieron creer”, expresó entre lágrimas la joven, al ver a sus seres queridos reunidos para que ella fuera feliz.

Pero la mayor sorpresa vino de un desconocido con un enorme corazón solidario. Juan Pablo Rodríguez, tatuador de “Un tatuaje por una sonrisa”, se unió a la cruzada por Lourdes y le cumplió el sueño de conocer el mar. Tras mover contactos con agencias y empresas de viajes, consiguió que Lourdes y su familia viajen a Mar del Plata y ella moje sus pies en la costa.

En julio, Lourdes enfrentará, quizás, el desafío más grande de su vida. Pero la princesa de Río Segundo es valiente como ninguna otra. “Lourdes me pidió una última cosa, y es que le gustaría que ningún niño deje de soñar”, dijo Margarita, la mamá de la “quinceañera”.