¿Por qué cada vez abandonan más youtubers?
Quemados, cansados, sufriendo ataques de ansiedad o viendo cómo desaparecen repentinamente los ingresos. Son muchos motivos que llevan a tomar esa decisión en una generación que supo cosechar grandes logros.
El caso de ElRubius es el más reciente, pero no es el único youtuber que decidió darse un tiempo de la plataforma, en su caso, por problemas de ansiedad. Hace poco más de un mes Fernanfloo, uno de los youtubers más seguidos de Latinoamérica con más de 27 millones de seguidores, anunciaba tras un paratede varios meses que reducirá sus vídeos en YouTube por estar “agotado” y sentir un “cansancio acumulado” de “ciclos sin fin” de edición y publicación durante siete años. Ha preferido pasarse a la plataforma Twitch para hacer directos de gameplays.
Hace apenas unos meses, otro popular youtuber de España, Jordi Wild, con 7 millones de suscriptores, también acusaba síntomas de hartazgo y admitía estar “quemado”: ”Necesito vacaciones porque llevo cuatro años sin parar” en una plataforma que es “extremadamente esclava”. “Me noto muy quemado, muy cansado e incluso aburrido de YouTube”, decía.
Quemados, cansados, sufriendo ataques de ansiedad o viendo cómo desaparecen repentinamente los ingresos. Son muchos motivos pero no los únicos. La sobreexposición pública que genera esta fama tan repentina, que llega sin avisar, sin un paraguas y normalmente sin una buena infraestructura profesional detrás como apoyo causa situaciones difíciles de administrar por alguien joven, inexperto y nada preparado para perder el anonimato. Algunos llegaron a encerrarse en su casa, como hizo el Rubius cuando comenzó a notar los efectos de la presión de tener millones de seguidores escrutando cada uno de sus movimientos –sus seguidores incluso acamparon bajo su ventana-, situación difícil de gestionar.
- Lidiar con mensajes de odio y acoso
A todos estos problemas se añade otro, denunciado en diferentes momentos por otros creadores, como es el tener que lidiar con miles de mensajes de odio y amenazas.
Otras influencers como Dulceida y Laura Escanes denununciaron publicamente el problema de la impunidad con la que se lanzan mensajes ofensivos –y en algunos casos, delictivos- en internet: mensajes sexuales agresivos, acosadores incansables, mensajes de odio, ataques por el aspecto físico –por estar gordas o delgadas-, homofobia y amenazas de muerte forman parte del día a día de muchos populares creadores de contenido que se preguntan si, realmente, sufrirlos va en el sueldo y en la profesión. Si juzgamos en base a lo que podemos ver en redes sociales, la respuesta está dividida. Una parte de la población diría que sí, que son efectos colaterales y que si se sobrepasa la línea de lo delictivo lógicamente se debe denunciar; pero hasta ese límite, se debe cargar con ello. Otra parte diría que no, que una sociedad sana no consentiría este tipo de comportamientos amparados por el anonimato del que gozan los trolls.
Esta situación llevó a muchos influencers a exigir repetidamente respeto.
- El reto de mantener interesada a la audiencia
Por si fuera poco, a todos estos problemas se debe sumar otro, no menos importante. ¿Cómo conseguir mantener el interés de tu audiencia cuando ya lo has explicado todo? tu vida, tus experiencias pasadas y presentes, tus sueños de futuro; ya has hecho varias locuras ante la cámara, retos de moda, viajes de ensueño, colaboraciones con marcas. Todo eso hay que mantenerlo y superarlo.
- Ser youtuber ¿es un trabajo?
Curiosamente, es habitual encontrar en Twitter y Facebook muchos comentarios relativos a que ser youtuber es algo así como una frivolidad adolescente y no un trabajo que se lleva muchas horas y que puede llegar a quemar a alguien, tal y como está sucediendo con los youtubers que llevan más de cinco años en activo. “El hecho de crear contenido semanal y en ocasiones incluso diario resulta complicado –dice Muguerza- porque las ideas se agotan y además requiere un esfuerzo de producción que, en muchos casos, entra en conflicto con otros proyectos”. Por ello, desde hace unos años, la carrera de influencer se ha profesionalizado, con la presencia de agencias como Divimove, que hacen las funciones de representación y asesoramiento de los creadores. “Lo que hacemos nosotros es estar muy al tanto de las tendencias de contenido y formatos que se van generando en YouTube y asesorarles cuando lo necesitan para que no se queden estancados, así como darles apoyo en lo relativo a sus proyectos offline para que puedan compaginarlos. Además, YouTube también requiere de un conocimiento técnico específico y, como cualquier otra plataforma, a veces falla. Si se carece de una ayuda profesionalizada detrás, también puede ser un motivo de abandono por parte de los creadores”, sostiene.
- Otro problema: lidiar con las marcas sin perder la frescura
En la lista de problemas también está el de lidiar con las marcas; que por una parte son esenciales para que el creador pueda tener ingresos pero que, al mismo tiempo, les generan un conflicto interior en relación a su libertad de opinión. Todos los creadores de éxito, en algún momento de su carrera, temen haber sido unos vendidos.
Y si tenemos en cuenta que los influencers son unos fuertes generadores de tendencias de consumo entre la población más joven, el panorama se complica aún más. Probablemente, ser youtuber sea mucho más que trabajo. Quizá incluso, sea un trabajo que deba abandonarse a tiempo.