Operó a la muñeca de su paciente de 5 años para que no se sienta sola

Para algunos médicos en algunas patologías en particular, la cuestión humana es uno de los factores más importantes.

La historia sucedió en el Duke Children's Hospital, del estado de Carolina del Norte (Estados Unidos). Allí se atiende Mical Olaiz de Durham, que tiene cinco años y padece el síndrome del corazón izquierdo hipoplásico. Se trata de una afección congénita (de nacimiento) que implica que el sector izquierdo del corazón (válvula mitral, válvula aórtica, ventrículo izquierdo y aorta) no se desarrolló por completo. Es grave y puede necesitar de varias intervenciones y hasta un trasplante de corazón.

Mical ya lleva tres operaciones, la primera cuando tenía apenas tres días de vida, la segunda a los tres meses y medio y la última el año pasado. Para que la menor no se sintiera tan mal con su delicado estado de salud y las duras marcas de las intervenciones en su cuerpo, los médicos -bajo las órdenes del cirujano Lodge- procedieron a realizarle una cirugía a Mía... la muñeca de la niña.

El doctor realizó la intervención al juguete de la nena durante 15 minutos con el único objetivo de que Mical no se sufriera por su complejo estado. "Hacer esta cirugía en la muñeca es algo pequeño pero que pudimos hacer para ayudar a que uno de nuestras pacientes se sienta un poco mejor y más acompañada“, explicó el especialista en una entrevista con la revista People.

"Mientras son bebés o chicos pequeños no se dan cuenta de las cicatrices que les quedan por las operaciones, pero a medida que crecen empiezan a concentrarse cada vez más en ellas y en la imagen de su cuerpo, por lo que pueden llegar a sentir que la cicatriz los hace diferentes al resto de los chicos", añadió Lodge para describir los motivos de su "operación a la muñeca".

“Tal vez al hacer que su muñeca pase por algo similar a lo que le tocó vivir a la nena se pueda colaborar con que ella se sienta más confiada con su cicatriz y con todo lo que le tocó atravesar", concluyó.

En tanto, la pequeña Mical expresó la emoción que sintió ante este gesto. "Estoy muy feliz de que tenga una cicatriz como yo.Hace que Mia (la muñeca) sea grandiosa y yo también”, dijo la nena que pelea contra esta afección desde que estaba en el vientre de su madre.

Fue en la semana 20 de embarazo cuando los médicos advirtieron el problema. "Fuimos a un ultrasonido porque estábamos tratando de averiguar si era nene o nena. Recuerdo mucho esperando ese día", recordó Lara Husary, la madre de Mical. "Entonces vieron que ella tenía esto en el ultrasonido y de inmediato nos enviaron a un especialista".

Hoy, superadas las operaciones, y con optimismo tras la intervención a su muñeca, Mical luce con orgullo las cicatrices y, según cuenta su madre, sueña con ser cirujana cuando sea mayor.