"Bélgica se estaba preparando hace cuatro años para ser candidato en este Mundial. Tiene una formación agresiva y con jugadores más maduros. Es un equipo más hecho y serio candidato. Apostaron a un proyecto a diferencia de nosotros, que hicimos todo lo contrario. Argentina está en una reconstrucción permanente". Así de contundente fue Claudio Gugnali, ayudante de campo de Alejandro Sabella en el equipo que llegó a la final de Brasil 2014, en diálogo con Diez en la City por FM "X" 103.5.

En cuanto a las aspiraciones nacionales, fue categórico: "El fútbol es el fiel reflejo de la sociedad. Hay que fijarse como es nuestro país, para nada confiable. Es de constante desencuentros y el deporte no es ajeno. Es como si en un hospital tenés al mejor cirujano y tiene como herramienta un escarbadientes. Me cansé de escuchar a los políticos que se fueron al descenso. Gracias a Dios uno tuvo actividad en el fútbol y me dio la posibilidad de llegar a donde llegamos. Es todo producto de la casualidad, porque no hay un proyecto deportivo de base".

"La ilusión no hay que perderla. Hay algo que no pasa de moda, que es la picardía criolla y que nos hace distintos a todos. Muchas veces es mal aplicada, pero si es bien aplicada nos permite soñar con ser campeones del mundo. Imaginate si fuéramos alemanes con nuestra picardía, seríamos siempre primeros", resaltó.

Al momento de recordar lo que se hizo cuatro años atrás, admitió: "No quiero pecar de soberbio, pero volvería hacer todo de la misma manera. Es lindo ser campeón, pero es más valedero haber dado todo y nosotros lo hicimos. Con Alemania llegábamos distinto, con un día menos de descanso, con un alargue y penales, mientras ellos venían de meter siete. Desde que empezó el partido, la Argentina fue quien quiso ganarlo. Ellos aprovecharon la más clara que tuvieron para ser campeones. El que vio el partido sabe que no se mereció perder. Para mi es una tranquilidad todo lo que hicimos".

Después, agregó pensando en lo que se viene: "Cambia todo cuando arranca el Mundial. Todos quieren sacarse la foto con Messi, pero después le quieren ganar. La Argentina ganará el primer partido y todo lo otro que viene le alcanzará para marcar una diferencia. En base a los rivales después el DT irá eligiendo a los mejores. Los muchachos lo van a resolver. Están acostumbrados. Son jugadores de elite y tienen una deuda interna de ser campeones. Ellos son respetados donde están. Messi es Dios en Barcelona y nosotros acá lo criticamos. No le damos el respeto que ellos se merecen. Cambiarían todos los trofeos por ser campeones con esta camiseta".

"En aquel momento no media desde adentro si teníamos la posibilidad de ser campeones, pero teníamos a Messi. Desde lo individual, es extraterreste, Cristiano es terrestre y Neymar está en el medio. Messi es único y por eso tenemos esa ilusión de ser campeones. Pero la base del logro viene de la mano de la firmeza defensiva. El que reciba menos goles a partir de los octavos de final se destacará", acotó.

En el final, manifestó cómo marcha el estado de salud de Alejandro Sabella: "Está mejor, muy cuidado por su familia. Es solitario, porque no le gusta exponerse. El grupo de trabajo ya nos tiene buscando otros horizontes. Viendo si con Julián (Camino) tenemos algunas ofertas pensando en ser técnicos. Nuestra etapa como ayudantes de Sabella ya se fue terminando".