Tarea para el receso invernal. Preparar una pizza (elegir un lugar de la casa para comer). Ver una película en familia (preparar pochoclos), colocar almohadones en el piso y disfrutar. Realizar un paseo en familia al aire libre (evitar comprar juguetes en la salida). Leer un cuento en familia.

Esas fueron las indicaciones que dos maestras de Bella Vista, en Buenos Aires, les dieron a sus alumnos, en un mensaje que pegaron en sus cuadernos de comunicaciones. La mamá de uno de los chicos lo publicó en Facebook y rápidamente se viralizó por las redes sociales.

Mariana, la encargada de divulgarlo agregó "Me encantó, me emocioné. En el colegio aprenden conocimientos, pero en casa se aprende el valor de tener una familia. La verdad la felicito, además de buena maestra es excelente persona".

"Esto es un mimo al alma, a nuestra profesión", dice a Clarín Paola Escarabajal, sorprendida por la gran repercusión de sus palabras. "Nunca imaginamos que iba a pasar esto con una nota pegada en un cuaderno para los alumnos. Colmó nuestras expectativas", continúa la docente, que lleva 13 años ejerciendo la profesión. Habla en plural porque la idea fue compartida con otra maestra, Eliana Lobo. Juntas forman una pareja pedagógica en el Instituto San Alfonso de Bella Vista. Paola está a cargo del 2°A y Eliana del 2°B, aunque por momentos se alternan los cursos.

¿Qué quisieron decir con todo esto? Su objetivo se puede resumir en una frase: disfrutar de las cosas simples. "Vemos en las aulas que los chicos están muy conectados en la tecnología y ya no saben lo que es remontar un barrilete. Eso hacíamos nosotras cuando éramos chicas. Era alucinante estar al aire libre, compartir un paseo en bicicleta, cocinar con mamá, mirar películas, apuntamos a que los padres les den un ratito de su tiempo. Quizás hoy en día papá y mamá trabajan todo el día. Entonces, sugerimos hacer un parate. Nosotras siempre les decimos en las reuniones anuales que el momento de la tarea sea un disfrute y no un castigo. Que guarden el celular, que escuchen a sus hijos. Son 20 minutos o media hora para que se desconecten de los problemas y los puedan escuchar", asegura la maestra.