La “sustancia de la felicidad” no tiene más secretos

El mecanismo que regula el funcionamiento de la serotonina en los circuitos que controlan los movimientos y que permiten adaptarse a nuevas situaciones emotivas y motoras fue reconstruido en una investigación.

El estudio fue realizado en colaboración con el departamento de Biología de la Universidad de Pisa y la Sorbona de París.

El descubrimiento marca un paso adelante hacia la posibilidad de comprender mejor enfermedades como el Parkinson y las perturbaciones obsesivo-compulsivas.

"Reconstruir en una manera cuidadosa los mecanismos moleculares con los cuales la serotonina funciona en el cerebro es importante para comprender qué sucede en condiciones patológicas en las que la serotonina no es producida o en las que faltan los receptores específicos con quienes unirse", observó la coordinadora de la investigación, Raffaella Tonini, del Departamento de Neuromodulación de los Circuitos Corticales y Subcorticales del IiT.

Alcanzar este resultado fue posible encendiendo o apagando simples neuronas con la técnica que combina genética y óptica (Optogenética) y con la que activa proteínas genéticamente trabajadas.

Manipular los niveles de la serotonina permitió definir el mecanismo de acción de un receptor suyo, llamado 5-HT4, y el tipo de conexiones neuronales que modula. Identificarlo fue posible controlando, en modelos animales, la actividad de las neuronas que producen la serotonina, aclaró Massimo Pasqualetti, de la Universidad de Pisa.

Conocida por regular el humor, el apetito y funciones ligadas a las emociones, la serotonina es indispensable para que tenga lugar la comunicación entre las neuronas de las estructuras del cerebro llamadas tálamo y cuerpo estriado: si la molécula está ausente, la comunicación entre las neuronas de las dos estructuras se ve reducida.

De la investigación surgió que bloqueando la acción del receptor 5-HT4 convierte en más lenta también la capacidad de cambiar estrategia de acción para adaptarse a una nueva situación.

Se puede, de esta manera, comprender mejor las enfermedades como la depresión, en la que el receptor de la serotonina 5-HT4 no es producido en cantidad normal, convalidando recientes teorías neuro-psiquiátricas que evidencian en los pacientes con depresión una incapacidad a adaptarse a los cambios impuestospor el ambiente.