Casi la mitad de la población, inventa sus recuerdos
Así lo determina un estudio realizado por investigadores de la Universidad de la City de Londres y publicado en la revista Psychological Science.
Resulta que casi el 40 por ciento de las personas tiene primeros recuerdos ficticios. Así lo determina un estudio realizado por investigadores de la Universidad de la City de Londres y publicado en la revista Psychological Science en el que se detalla que la memoria más antigua de las personas es de alrededor de los tres años o tres años y medio de edad.
Los autores sugieren que muchos de estos recuerdos que datan de antes de esa edad son ficticios y se basan en fragmentos extraídos de experiencias tempranas. El 38,6% de una encuesta en la que participaron 6.641 personas afirmaron tener recuerdos de dos o menos años e incluso 893 individuos apuntaron tener recuerdos de cuando tenían un año o menos. “Sobre todo fue frecuente en adultos de mediana edad y gente mayor”, apuntan los expertos.
Para analizar los detalles más antiguos de la memoria de las personas, los investigadores les pidieron a los participantes que detallaran su primer recuerdo junto con la edad que tenían en ese momento. Y se les pidió que fuera algo de lo que estaban completamente seguros que recordaban directamente y que no se basara en fotografías, historias familiares o cualquier otra fuente secundaria.
Los científicos examinaron el contenido, el lenguaje, la naturaleza y los detalles de las descripciones y evaluaron las posibles razones por las cuales las personas aseguran tener recuerdos de una edad que la investigación indica que no se pueden formar.
Como muchos de estos hechos datan de antes de los dos años, los autores sugieren que esta memoria ficticia se basa en fragmentos recordados de experiencias tempranas como un cochecito, relaciones familiares o sentimientos tristes. “Algunos hechos o supuestos conocimientos sobre nuestra propia infancia podrían derivar de fotografías o conversaciones”, indican.
Entonces, lo que una persona tiene en mente al recordar estos primeros detalles de sus vidas es “una representación mental que consiste en juntar fragmentos de experiencias tempranas y algunos hechos o conocimientos sobre su propia infancia, en lugar de ser recuerdos reales”, añaden.
“Con el tiempo, tales representaciones mentales -escriben en el estudio- se vuelven ‘experiencias’ cuando vienen a la mente y, por lo tanto, para el individuo, simplemente son ‘recuerdos’ con contenido fuertemente vinculado a un tiempo particular. Aproximadamente 4 de cada 10 del grupo de encuestados tienen recuerdos ficticios de su infancia”.
La autora principal del estudio, considera que los individuos podemos “agregar detalles de forma no consciente, como por ejemplo qué llevábamos pañal cuando estábamos en la cuna”. “Tales representaciones mentales, con el tiempo, se entienden como algo que se experimentó”, añade.
”La persona que tiene estos recuerdos no sabe que esto es ficticio. De hecho, cuando a estos individuos se les dice que sus recuerdos son falsos, a menudo no lo creen. Esto es, en parte, debido al hecho de que los sistemas que nos permiten recordar cosas son muy complejos, y no es hasta que tenemos cinco o seis años que formamos recuerdos parecidos a los adultos debido a la forma en que se desarrolla el cerebro y debido a nuestra comprensión madura del mundo”, concluye el profesor Martin Conway, coautor del trabajo.