Carlos Verna renunció este lunes a la candidatura a gobernador de La Pampa por el PJ. Ante eso sumirá en la fórmula la candidata a vicegobernadora Norma Durango. Como vice quedará Juan Pablo Morisoli. El revuelo que causa esta renuncia se agravará si también Durando y Morisoni, leales a Verna, también deciden renunciar a la fórmula con lo cual el PJ y el Frente para la Victoria se quedaría sin fórmula a gobernador. Esta decisión modifica el panorama electoral pampeano y el radicalismo, que lleva como candidato al senador Juan Carlos Marino, renueva sus esperanzas de ganar la elección sin Verna en el PJ.

El hecho es un episodio más de los conflictos dentro del oficialismo en todo el país por la falta de acuerdo entre sectores enfrentados. La Casa de Gobierno ha presionado para que en varias provincias logren candidaturas postulantes identificados directamente con Cristina de Kirchner, que han entrado en puja con postulantes que responden a gobernadores, intendentes y también con jefes partidarios.

Verna, que es senador con relaciones ásperas con el kirchnerismo, dejó la postulación porque dice que el oficialismo nacional no respetó los acuerdos en el armado de boletas legislativas. Le habían dicho que no habría listas colectoras a diputados nacionales en La Pampa, pero el kirchnerismo anotó una lista del partido Humanista encabezada por dos mujeres, una puesta por José Ottavis (secretario del PJ bonaerense y otra por Máximo Kirchner (es la madrina de su novia). Se llaman, respectivamente, María Luz Alonso y Silvia Bersanelli. Les dijeron de Buenos Aires (todos lo culpan en La Pampa a Carlos Zannini) que iba esa colectora para adherir a la coleta de Verna, pero que si el PJ anotaba listas para la interna del 14 de agosto les negarían a ellos la adhesión a la boleta de Cristina-Boudou.

Verna dijo que esas candidatas podían presentarse el 14 de agosto con los demás peronistas, pero le respondieron que no. Es claro que esas dos mujeres perderían las primarias contra las tres boletas del PJ a diputados nacionales, una de ellas encabezada por el actual vicegobernador Luis Alberto Campo, por eso de Casa de Gobierno insistieron en que la lista del Humanista fuera la única colgada de la boleta de Verna. En el peronismo pampeano lo señalan al exgobernador Rubén Marín como el vocero de las posiciones de Zannini.

Esta mañana, el senador Verna dijo que no va a ser candidato a gobernador en esas condiciones, con lo cual le deja la candidatura a Norma Durango. La renuncia está fechada el 26 de junio -es decir que es una decisión meditada y que lleva varios días- y la presentó hoy ante la justicia electoral de la provincia.

Los argumentos políticos es que no se han respetado acuerdos y que eso atenta contra la gobernabilidad. Verna se ha llevado mal con Cristina de Kirchner desde que compartieron bancas en el Senado. Nadie espera que uno complazca en nada al otro, tanto que Verna dudó de aceptar esta candidatura frustrada porque, dijo, temía perjudicar a su provincia con un aislamiento tipo San Luis por su mala relación con la Presidente. El senador ha buscado en el último año mejorar esa situación y fue la punta de lanza, después de la muerte de Néstor Kirchner, para que el oficialismo recompusiese una frágil mayoría en el Senado. Esa buena relación ha durado menos de un año y vuelve a quebrarse volviendo a la normalidad de siempre.

El hecho de que la renuncia haya sido datada hace una semana -cuando las candidaturas no estaban aún oficializadas- puede abrir la ventana para una nueva discusión sobre el nombre del postulante el PJ a gobernador, pero esta mañana en Santa Rosa se hablaba ya de que se corren los nombres y que la fórmula será Durango-Morisoli.