"Oyarbide lloró porque tiene miedo de ir preso"
El periodista experto en temas judiciales, explicó los pasos que está dando el ex juez ante la justicia. "La causa de los cuadernos es una bomba de nitrógeno", expresó
El periodista y editor de Judiciales de Clarín hace unos años escribió la biografía judicial del ex magistrado Norberto Oyarbide, y en diálogo con LT10 hizo una lectura sobre la declaración y el llanto del Juez que ayer admitió públicamente presiones para sobreseer al matrimonio Kirchner en una causa por enriquecimiento ilícito.
“En un juicio oral va a tener prisión efectiva, por eso sale a arrepentirse y a llorar por los medios”, evaluó Santoro, quien además destacó que Oyarbide es un tipo permeable a las presiones del poder como lo fue en el menemismo y en el kirchnerismo".
"Lo que se está dando con la causa de de los cuadernos es una bomba nitrogeno, más allá del show lamentable que esta dando Oyarbide. Igual contó algo importante, un dato nuevo: afirmó que el ex jefe de la Side, Antonio Stiusso lo precionaba para fallar a favor de los Kirchner. Por esta razón el fiscal Carlos Stornelli extrajo el testimonio y abrió una nueva causa por prevaricato, una más a todas las carátulas que se le suman a Oyarbide. Nunca nadie antes había hecho esto antes. Para Comodoro Py es algo histórico, caen empresarios, declaró Abal Medina y con Oyarbide está la pata judicial", dijo.
Llanto de cocodrilo
Oyarbide lloró porque teme ir preso, más allá de su personaje. Explicó que actuó bajo presión y de esta manera se despega un poco de la causa. Está acusado de asociación ilícita, Bonadió agregará el lavado de dinero y ahora de prevaricato. Como si esto fuera poco al ser Juez Federal todas las acusaciones se agravan y en un juiciooral no creo que salga bien parado.
Santoro escribió en 2011 un libro sobre la vida judicial (así lo aclara) del ex funcionario que tituló Sr. Juez . En este indaga en la historia del polémico juez oriundo de Entre Ríos. Entre otras cosas Santoro definió a Oyarbide como un ser extravagante y recordó el famoso escándalo de la causa Spartacus en 2009 donde estaba acusado de gerenciar un boliche de prostituciones como proxeneta. "El mismo daba protección para que no haya allanamientos en el local que er regenteaba". Esa causa también fue por enrquecimiento ilícito, pidió tres años de licencia psiquiátrica y luego volvió al ruedo por esta gran rueda que siempre gira y devuelve favores entre la política y la justicia.
Escándalos y denuncias
En 21 años como juez federal, Oyarbide supo acumular escándalos y algunas de las causas más importantes de las últimas dos décadas.
En 2001, logró superar el juicio político que había sido iniciado en su contra por haber otorgado una presunta protección a una red de prostíbulos. Dos años antes se había destapado el escándalo que reveló que era cliente vip del local nocturno Spartacus.
En 2009, sobreseyó en tiempo récord a Néstor y Cristina Kirchner en la causa que los investigaba por enriquecimiento ilícito.
En 2010 fue denunciado por el entonces jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, por un supuesto plan negociado con el kirchnerismo para avanzar en su contra en el caso que lo investigaba por escuchas telefónicas ilegales.
En 2012, el titular del juzgado federal Nº5 resolvió sobreseer a Amado Boudou por presuntas irregularidades en las refacciones de su despacho en el Senado. Un año después, el diputado Claudio Lozano lo denunció por dormir dos causas contra el entonces vicepresidente por irregularidades cuando era titular del Anses.
En 2013, Alejandro Fargosi, entonces integrante del Consejo de la Magistratura, pidió que Oyarbide fuese a juicio político por su accionar durante la investigación de la causa Sueños Compartidos, en la que la fundación Madres de Plaza de Mayo y los hermanos Sergio y Pablo Schoklender estaban acusados por el desmanejo de fondos para la construcción de viviendas. Luego, la Cámara Federal decidió apartarlo de la investigación.
Moños, trajes y joyas
Oyarbide será recordado por más de un motivo en los tribunales de Comodoro Py. Los excéntricos moños, costosos trajes y lujosos relojes que solía usar para ir a trabajar lo volvían inmediatamente reconocible en cualquier parte.
Su nivel de vida llegó incluso a llamar la atención de la Justicia. Hace dos años, el juez en lo penal económico Alejandro Catania le inició una investigación por contrabando luego de que se detectara que ingresó un lujoso anillo desde Uruguay sin haberlo declarado.
A sus íntimos, Oyarbide les aseguraba que la joya valía 250.000 dólares. Luego, ante la Justicia, alegó que el anillo era alquilado. Una pericia determinó que en realidad costaba entre 60.000 y 70.000 pesos. Luego de ese estudio, Catania decidió sobreseerlo.
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