Colón arrancó de gran manera la nueva temporda. En Copa Argentina sorteó a un duro rival como Deportivo Morón tras ganarle por penales en cancha de Newell's. En tanto, por la Sudamericana abrochó uno de los triunfos más resonantes de su historia, al imponerse por 1-0 en el mítico Morumbí.

La temporada anterior parecía que terminaría con un fracaso deportivo, ya que todo indicaba que Eduardo Domínguez dejaría de ser el entrenador tras el encuentro con Racing. Sin embargo, Colón llegó con vida a ese cotejo en el Cilindro de Avellaneda y terminó abrochando un triunfo que lo metió otra vez en una Copa Sudamericana.

Entonces Domínguez fue confirmado en su cargo, más allá que los dirigentes y el mismo entrenador sentían que antes de esa última fecha el ciclo estaba terminado. Fue así como se empezó a idear un nuevo proyecto deportivo, muy ambicioso en cuanto a competiciones deportivas.

El plantel sufrió una sangría muy grande con respecto a la temporada anterior, y las salidas más significativas fueron las de Alexander Domínguez (Vélez), Germán Conti (Benfica) y Pablo Ledesma (Patronato). Además, entre los que se les terminaron los contratos y se les buscó un nuevo rumbo figuraron Gonzalo Marinelli (Tigre), Lucas Ceballos (Patronato), Facundo Silva (volvió a Godoy Cruz), Cristian Guanca (Al Ettifaq, Arabia Saudita) y Diego Vera (Tigre).

Mientras que llegaron Leonardo Burián (arquero, Godoy Cruz), Erik Godoy (defensor, Tigre), Franco Zuculini (volante, Hellas Verona), Ariel Chaves (volante zurdo ex-Almagro) y Gonzalo Bueno (delantero, Nacional de Uruguay).

Además, se intentó dar el golpe en el mercado de pass con la contratación del chileno Mauricio Pinilla, quien luego de arreglar condiciones para sumarse a Colón dio marcha atrás y hoy se encuentra con un serio litigio legal con Universidad de Chile.

El Sabalero deberá repartir sus energías en tres grandes desafíos. Por un lado la Copa Argentina, donde el premio final es la clasificación a la Copa Libertadores y quedó demostrado que es un torneo donde se puede dar el gran batacazo.

En la Sudamericana porque luego de dar el golpe en el Morumbí quedó bien perfilado de cara a la revancha ante San Pablo, para intentar abrochar su llegada a octavos de final donde espera Junior de Barranquilla.

Mientras que un signo que Colón apoestará todo por la nueva Superliga es que Domínguez no reservó a ningún jugador para el partido del próximo jueves ante el equipo paulista, sino que pondrá lo mejor que tiene para visitar a Patronato.

El DT es consciente que la Superliga es la que da el premio de jugar las competencias internacionales, por lo cual un buen arranque significaría un gran envión para afrontar lo que viene, ya que no solo estará por delante el duelo ante San Pablo sino que el próximo domingo 19 de agosto ya deberá enfrentar a Tigre por el certamen local.

Colón se armó para pelear cosas importantes, conservó la base del equipo que terminó jugando el campeonato pasado y suplantó las partidas de sus figuras con jugadores de muy buen nivel.

La verdad comenzará este sábado por la tarde en Paraná, donde se presentará por primera vez en su historia un equipo sabalero frente a Patronato. En los partidos por Copa Argentina y Copa Sudamericana el equipo logró los resultados pero quedó en deuda en el funcionamiento. Pero está claro que este equipo sabalero se le para de igual a igual a cualquiera, y que intentará también en la Superliga ser uno de los grandes protagonistas.