¿Sufrís estrés? Por qué se produce y cómo enfrentarlo
Según escribió el cardiólogo Jorge Franchella en TN, existen formas para intentar disminuir el nivel de estrés que nos aqueja día a día.
Si bien no es un término nuevo, si es una condición que ha ido aumentado de gran manera en los últimos tiempos. Las exigencias económicas, la borales y personales hacen que muchos vivamos a un ritmo que tarde o temprano no pasa factura.
El estrés es una palabra que está hoy de moda, una realidad de nuestro tiempo. Pero ¿sabemos realmente qué significa? Hace más de 50 años, Van Seyle la describía como una situación en la que nuestro organismo reacciona.
Cuando nos encontramos ante una posible amenaza, por ejemplo, si al cruzar una calle vemos venir un vehículo, nuestro organismo lo detecta y aparece la fase de alarma. Inmediatamente después, esperamos a ver qué ocurre y si es necesario correr; aquí tenemos la fase de acción. Por último, nos desplazamos a un refugio y descansamos: fase de recuperación.
Este proceso de tres etapas es lo que denominamos eustress o estrés verdadero y es una característica que nos protege de muchas situaciones peligrosas.
Pero si en cambio se trata de una preocupación que persiste en el tiempo, como la amenaza de perder un empleo, o huir de una zona peligrosa, es posible que se esa prolongación temporal nos lleve al agotamiento. En este caso, hablamos del distress, que es, en realidad, lo que popularmente denominamos estrés.
¿Cómo se produce? Pues porque se eleva una hormona de nuestro organismo, llamada cortisol. También puede ser imprescindible en respuestas adecuadas, aunque en estos casos tiene efectos que deterioran nuestro organismo.
De aquí surgen las molestias que solemos escuchar en forma cotidiana: agotamiento, cansancio, nerviosismo. Nuestro cuerpo implora que finalice esta exigencia que lo supera.
Entonces, ¿qué podemos hacer? Si bien depende de la causa, podemos proponer algunos tips que colaboran a controlarlo:
• Evitar ingerir medicamentos sin recomendación médica;
• Emplear alguna técnica de relajación: yoga, mindfulness, meditación;
• Realizar actividad física, de intensidad moderada, al menos 30 minutos diarios;
• Respetar una alimentación saludable: evitar las harinas y consumir muchas frutas y verduras. También puede ser útil en estos casos un suplemento de magnesio;
• Elegir una actividad de recreación: desarrollar algún hobby; bailar; escuchar o hacer música.
En fin, el estrés puede ser definido como una característica del entorno (por ejemplo, estrés laboral, de competición o de crianza de los hijos). Según esta opinión, el estrés refleja una serie de fuerzas externas que inciden en el individuo o el grupo. Otra visión del estrés se relaciona con la respuesta del individuo cuando se encuentra en un entorno desafiante o amenazador. El denominador común de ambos es que en todos los casos debemos reconocerlo y tratar de mitigarlo.