Personas tóxicas, ¿a quiénes evitar en el trabajo?
Aunque la diversidad entre compañeros a veces es buena y enriquecedora, existen otras personas que podrían perjudicarte tanto laboral como individualmente.
Así como en otras etapas de la vida, en el trabajo uno entabla relaciones con personas muy diferentes. Aunque esta diversidad entre compañeros a veces es buena y enriquecedora, existen otras personas sumamente tóxicas que podrían perjudicarte tanto laboral como individualmente.
Aca te dejamos los tres más peligrosos, si los detectas en tu ambiente intentá alejarte lo más rápido posible de ellos.
1. El sabelotodo
Los “sabelotodo” abundan en todas las áreas y, aún más, en la oficina. Según Teresa Marzolph, fundadora de la consultora Culture Engineered, este tipo de personas prosperan cuando hacen que los demás se sientan menos capaces e inferiores: por ejemplo, les enseñan al técnico informático una nueva actualización sin que se lo pida, y hablan por encima de personas de puestos de menor rango en las reuniones. Su seguridad les da una posición cómoda.
“Si te acercás a ellos, te comprometes a ser su lacayo. Nunca te reconocerán como su igual. Los sabelotodo viven en un mundo donde son inteligentes y los demás no. Cuando algo sale mal, es tu culpa, no la suya. La lealtad del sabelotodo le sube el ego”, señala la especialista.
2. El que te apuñala por la espalda
Según explica Lynn Taylor, experta en ambiente laboral y autora de Tame Your Terrible Office Tyrant, es más que obvio que nadie quiere hacerse amigo de alguien que roba ideas de otros para ganar puntos con el jefe. Sin embargo, más de uno cae en la trampa y logra ver la verdadera faceta de esa persona cuando ya es tarde.
“Ese tipo de personas son encantadoras al principio y saben cómo ganarse tu confianza, hasta que te traicionan“, afirma Taylor, y enciende la alerta: “Si te acercás demasiado, descubrirás que los comentarios que hiciste entre ustedes ya circularon o que una idea tuya… De repente, es suya”.
3. El eterno “pedigüeño”
Es de esas personas que piden, piden y piden… Y nunca dan. Según ejemplifica S. Chris Edmonds, experto en recursos humanos y fundador de The Purposeful Culture Group, necesitan tu confianza antes de presentar algo al grupo, pero nunca piensan en hablar contigo antes de tu gran presentación.
Es muy común que se quejen de que no les ofrecieron un ascenso, sin tener en cuenta que quizás vos estuviste trabajando duro por ese puesto durante años. “No dan nada a cambio. No ayudan en nada. Creen que ese no es su trabajo”, comenta Edmonds al respecto. Y agrega: “Relacionarse con estas personas provoca agotamiento y frustración, pero a cambio mejorará tu habilidad para ocultarte de ellos a diario”.